El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Jesús Vivas, se
refirió ayer a los altercados que sucedieron en la frontera
por parte de los vecinos de la barriada en la que vivía la
niña asesinada. Decenas de personas rompieron mobiliario
urbano e incendiaron contenedores con el pretexto de que el
asesino estaba recluido en las dependencias policiales de la
frontera hispanomarroquí.
Vivas fue tajante a la hora de valorar estos sucesos: “La
indignación no justifica la alteración del orden público”.
El presidente se mostró comprensivo con el sentimiento de
impotencia y el dolor de los familiares y amigos. Sin
embargo, apuntó que “nuestra demanda de justicia se hará más
eficaz, más contundente y efectiva si viene acompañada de
tranquilidad”. Por lo tanto, hizo un llamamiento a los
ciudadanos para que se tranquilicen porque el proceso
judicial se pondrá en marcha para que la ley recaiga sobre
el culpable.
Vivas aprovechó para realizar un reconocimiento a la labor
de los agentes de seguridad del Estado. Quizás olvidó
reseñar la importancia de la colaboración ciudadana, que
resultó fundamental para que el presunto autor se entregara
en las dependencias policiales.
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