La Policía no descarta absolutamente nada en las distintas
líneas de investigación que se siguen en la búsqueda del
esclarecimiento total del dramático suceso que acabó con la
vida de la pequeña Suhaila, y así lo confirmó el delegado
del Gobierno en una reciente comparecencia ante los medios.
Efectivamente, pese a que el titular del juzgado de primera
instancia e instrucción del número 4 de los de nuestra
ciudad ha decreto ya el secreto de las actuaciones en el
sumario abierto en llamado caso del ‘asesinato de las
caracolas’, ha trascendido antes de tal decisión judicial
que ni la Fiscalía, ni la propia policía cierran el caso
como consecuencia de la detención del principal sospechoso
del asesinato de Suhaila, el marroquí Kassen E.Y.
¿Delito de imprudencia?
El que la madre de la pequeña asesinada hubiera dejado,
precisamente ese día sola y encerrada bajo llaves a su hija,
cuando según los vecinos era algo que nunca hizo pese a las
vicisitudes económicas que atravesaba y que le obligaba a
salir de casa con cierta asiduidad, no deja de ser uno de
los elementos que más extrañeza causa y cuanto menos podría
interpretarse, según fuentes del Derecho Penal, como un
delito de imprudencia por “abandono de un menor”.
Se aseó tras el crimen
El autor de la muerte de Suhaila, según ha podido conocer
este diario podría haberse introducido en una vivienda de la
propia barriada donde pudo tener la ocasión de asearse y de
cambiarse de ropa para atravesar la frontera del Tarajal sin
mancha de sangre alguna, extremo éste que podría también
barajar la investigación que, desde un principio, mantiene
un amplio abanico de líneas abiertas que deben tender al
esclarecimiento de un suceso en el que el móvil aún no está
claro y se especula con varias posibilidades.
|