Todo lo
bueno llega a su fin, aunque en el caso de las
fiestas patronales queda el consuelo de que volverán
a repetirse. La Virgen de África cerró las
celebraciones con una multitudinaria procesión en la
que se hizo patente que los ceutíes acuden a su
encuentro agosto tras agosto para mirarla, pedirla y
bañarla de flores. El manto no fue problema para que
los fieles la acompañaran por las calles....
|