Antonio Prieto dejó el Ceuta el 28 de julio. Se fue y
rescindió su contrato sin ningún obstáculo. El punta se
había comprometido con la entidad caballa por tres años y en
muy poco tiempo se llegó a un acuerdo para darle la baja.
Está claro que Orúe no iba a darle minutos si el jugador no
cambiaba ciertas actitudes. Lo mejor era que se fuera, pero
en esto del fútbol a la gente joven no se le puede permitir
irse tan a la ligera y menos cuando Prieto estampó su firma
con la AD Ceuta de forma voluntaria.
¿Y si en el futuro el delantero explota? ¿Y si en el club en
el que milite consigue pegar el salto desde el filial al
primer equipo? Improbable seguramente, sin embargo en el
balompié puede pasar de todo y siempre hay que cubrirse las
espaldas. A los Beattles y a U2 hubo discográficas que
cuando empezaron les cerraron las puertas, y muchas
editoriales tuvieron en sus manos la primera novela de Harry
Potter de JK Rowling y la desecharon, ahora se tiran de los
pelos. Son ejemplos muy exagerados del mundo de la música y
de la literatura pero reales como la vida misma.
Yo soy el primero que piensa que este hombre no llegará muy
lejos, y me fio mucho del ojo clínico de Orúe cuando
diagnostica si hay o no futbolista. Como señaló Voltaire:
“Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la
oportunidad se encuentran y fusionan”. Y creo que Prieto no
está precisamente bien preparado para tener la fortuna de la
que habla el excelso filósofo francés.
Pero estipular unas claúsulas para asegurar unos millones,
si se produjese el milagro de que Prieto triunfase, sólo
hubiera procurado aspectos positivos. El único que hubiera
salido mal parado sería el jugador, no obstante, él fue
quien dijo que sí por tres temporadas al club blanquinegro y
por tanto es normal que en algo saliese perdiendo. No han
ido así los derroteros y Antonio se ha ido del Ceuta, equipo
en el que se ha formado, sin que exista posibilidad alguna
de que los caballas reciban un euro si destaca en esto del
fútbol.
Por desgracia en este mundo balompédico llevarse bien con
todo el mundo no es muy rentable. Espero que si el día de
mañana se va otro canterano, con más empaque que Javi
Hernández (se fue al filial del Cádiz) y Antonio Prieto (su
entorno está muy equivocado si cree que es bueno hacerle
creer que es Maradona y no fomentar en él más humildad y
ganas de aprender), el Ceuta no sea tan condescendiente. Que
la pirámide de la que habló Juan Vivas sirva para algo,
vaya.
Ahora lo que falta es que el delantero que se contrate sea
de garantías. Diego Herrera es el único referente en ataque
y necesita a un compañero para que ponga los goles cuando el
argentino no esté inspirado. Orúe ha querido a Pepe Díaz,
Puli, Luna o Quini, por ejemplo, pero el dinero ha sido el
impedimento para que recalaran en el Alfonso Murube. La
directiva, que habla de cifras prohibitivas, debería pensar
en hacer un esfuerzo puesto que si se pone a tiro un mirlo
blanco hay que apretar el gatillo. Es la parcela que urge
apuntalar, porque tras cuatro partidos lo que sí se ha
comprobado es que a este equipo hacerle un tanto va a ser
una misión complicada para los rivales ligueros.
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