El portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Carracao, que
fue quien el pasado mes de abril sacó a la luz pública el
primer informe técnico sobre las cuentas de Urbaser,
reprochó ayer al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, que en
su intervención no se refiriera, además de a los descuadres
en amortización de maquiaria a otros aspectos que han sido
objeto de denuncia por parte de los socialistas, como son
los posibles desfases en los gastos de explotación y las
deudas en concepto de IPSI.
En relación la deuda de IPSI, que Carracao afirma no se ha
incorporado a la cantidad reclamada, Vivas señaló que en
efecto “la auditoría pone de manifiesto ese asunto y también
que la empresa alegaba entonces, cuando se hizo la
renovación [del contrato] que se trataba de una ampliación
temporal de la maquinaria porque tiene por destino revertir
en el ayuntamiento una vez que finalice”. “El interventor en
su informe reconoce que hay que reclamar esa cantidad en
concepto de IPSI no satisfecho por parte de la empresa, de
inversión no realizada y va incorporado en la reclamación”,
agregó, para negar primero a Carracao la mayor. Luego agregó
que “el IPSI se le ha reclamado” pero que no sabe “si va o
no en la cuenta”. “Si no va en la cuenta irá, no lo sé, no
lo sé en este momento, se lo digo, pero si no va, irá,
porque ese concepto es reclamable”, reiteró.
En su primer turno de réplica a Carracao repitió de nuevo
Vivas su argumentario sobre los errores cometidos en su
administración, frente a los que dice haber actuado “en
cuanto” los descubrió, que es “ahora” y que están
“justificados” porque se está hablando de un tema
“discutible” como es en su opinión el de la “interpretación
del contrato”, sobre la que afirma no se atreve a
pronunciarse aún “de forma categórica”.
Respecto a los posibles descuadres en gastos de explotación,
algo respecto a lo que Carracao le reprochó que “no ha
querido mover ficha”, el presidente dijo, tras una
explicación técnica, que sólo se ha hecho una “proyección” y
que “se supone que eso estaba bien en el año 2003, cuando se
auditó y posteriormente se ha hecho un seguimiento del
personal”.
Para Vivas, la oposición está en definitiva “llevando al
límite que cualquier rectificación, cualquier controversia,
se convierta en un error achacable a la administración y
respecto del cual hay que pedir responsabilidades”. “Aquí de
lo que se trata es de a ver si enganchamos a Vivas por algún
sitio y lo quitamos de en medio, coño, esta es la verdad”,
concluyó el presidente de la Ciudad.
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