El presidente de la Ciudad volvió a ser preguntado ayer por
los periodistas acerca de si ninguno de los técnicos de la
Ciudad se dio cuenta de que se estaba pagando de más cada
vez que se hacía una certificación y también sobre las
responsabilidades políticas que podrían derivarse de la
falta de control del cumplimiento del contrato por parte de
Urbaser. “No quiero eludir ninguna responsabilidad basándome
en el trabajo que hacen los técnicos”, señaló, para alabar a
un equipo de funcionarios, “de la máxima cualificación y de
absoluta honorabilidad”. Respecto a la vigilancia del
contrato, Vivas afirma que lo que se vigilaba “no era la
descomposición de los precios unitarios” y que como existía
una auditoría, externa, que certificaba esos precios, había
“una presunción objetiva de que esa amortización se estaba
realizando a diez años y de que eso coincidía con la vida
útil de los camiones”. “Hemos actuado de manera honesta y
decente”, reiteró.
La administración ha actuado por tanto, según Vivas, “de
forma correcta”, a pesar de que al tiempo que se permitía a
la empresa incumplir la cláusula que le obligaba a renovar
la maquinaria una vez amortizada, afirma que se “controló
exhaustivamente los servicios que se prestaban, tanto en la
calidad como en la frecuencia de los mismos”. Además, el
presidente basó esta afirmación en la auditoría externa, que
se encargó con motivo de la renovación del contrato, en
2011, ya esgrimida en primer lugar por el consejero Martínez
tras su reunión con los Grupos de oposición y, de nuevo, en
el Pleno del pasado día 29.
A pesar de ello, y a preguntas de este medio, el presidente
aseguró desconocer un dato relevante, como es el del momento
en que se terminó de amortizar la maquinaria y la empresa
debió renovarla. “No me atrevo a decir una fecha determinada
porque tampoco sé si la amortización era uniforme respecto
de toda la maquinaria”. Esto aunque, tal como reconoció, en
el expediente elaborado por el funcionario de Gestión
Contable figura el detalle “máquina a máquina”.
A la pregunta de cómo se hubieran detectado estos pagos
indebidos en caso de no haberse dado una liquidación al
seguir Urbaser como adjudicataria, Vivas respondió que se
hubieran detectado al prorrogarse el contrato, aunque apuntó
que es “una opinión”. No respondió el presidente a la
pregunta de si se ha encargado un informe de los 10 primeros
años del contrato para comprobar si esta situación se
extiende a ese periodo.
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