El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, dio ayer
definitivamente por bueno en todos sus términos el informe
de un técnico contable que desveló pagos “indebidos” a
Urbaser por valor de 12,5 millones de euros al anunciar que
la Ciudad reclamará ese dinero a la empresa, que dispondrá
de 22 días para hacer sus alegaciones. Vivas considera esto
dentro de la liquidación del contrato y sigue sin encontrar
responsabilidades ni técnicas ni políticas en el hecho de
que la Ciudad pagara a la empresa cantidades suficientes
para renovar la maquinaria hasta “tres veces” cuando no lo
hizo ni una sola y en que nadie detectara antes este
incumplimiento.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, compareció ayer ante
los medios junto al consejero de Hacienda, Guillermo
Martínez, para repetir, uno por uno, los argumentos que ya
ofreciera el también portavoz respecto a los descuadres en
la contabilidad del contrato con Urbaser. La novedad estriba
en que por primera vez desde que el pasado 16 de abril una
denuncia del PSOE pusiera luz y taquígrafos a este asunto,
ha sido el propio Vivas el que ha reconocido la existencia y
la cuantía de lo que él mismo denomina ya “pagos indebidos
realizados por la Ciudad y por tanto, cobrados por Urbaser”.
La Ciudad -afirma- ha abierto un “procedimiento
administrativo” para reclamar a la empresa los 12,5 millones
de euros que según el informe interno que dió a conocer el
secretario general del Partido Socialista, José Antonio
Carracao, la Ciudad ha pagado de más a la empresa en
amortización de maquinaria. Vivas se refirió también ayer a
estos descuadres en las cuentas de la Ciudad como “la
desviación detectada en la cuota o cuenta de amortizaciones
en relación con la inversión efectivamente realizada”.
Aunque en un principio el Gobierno aseguró que era necesario
“corroborar” el contenido del informe técnico mediante un
segundo informe, pues afirmaba podría estar “incompleto”,
finalmente Vivas reconoce al cien por cien su veracidad y
exactitud para anunciar que reclamará este dinero a la
antigua adjudicataria del servicio de limpieza.
Sin embargo, en lo que no cambia de postura el Ejecutivo es
en negar que de estos hechos, tanto de los descuadres
contables como de la falta de control del cumplimiento del
contrato por parte de Urbaser -ya que tampoco renovó los
vehículos cuando debería haberlo hecho-, pueda deducirse la
existencia de responsabilidades ni técnicas ni políticas.
Medio millón en retrasos
Tal como anunciara ya también el consejero de Hacienda tras
la comisión informativa a la que citó a la oposición, el
pasado 25 de abril, la Ciudad ha rechazado por otra parte la
práctica totalidad de las reclamaciones dinerarias que le
hace Urbaser por distintos conceptos, que el presidente
cifraba el pasado 18 de abril en 15 millones y ayer valoró
en 9,6 (en concreto 9.647.461.000 euros).
Esta cantidad resulta de la suma de las reclamaciones en
cuatro aspectos: “La recogida de residuos en los polígonos
del Tarajal, facturas por servicios puntuales prestados y,
según la empresa, no abonados, y valoración de la maquinaria
integrada a la conclusión del contrato y a los incrementos
salariales del convenio 2008-2012”. La única excepción,
aceptada por el Ejecutivo, es la reclamación de intereses
por el retraso en el pago de certificaciones, eso sí, “en
una cantidad sensiblemente inferior a la pretendida por la
compañía”, y que la Ciudad cuantifica en 577.245 euros.
De nuevo insistió el presidente en que no se puede
interpretar como una “contradicción” el hecho de que por una
parte se reconozcan y reclamen 12,5 millones pagados de
forma “indebida” con la afirmación de que se ha pagado “el
precio del contrato y nada más que el precio del contrato,
según los servicios contemplados, a los precios unitarios
del contrato, de conformidad con las certificaciones y con
sometimiento al precio global del contrato”. Lo que ocurre,
insistió, es que lo que se ha pagado en concepto de
amortización excede de la cantidad invertida en la
maquinaria”. Esto, “según contempla el letrado de la Ciudad
-apuntó- deriva en un posible incumplimiento por parte de la
empresa” ya que tendría que haber repuesto la maquinaria en
el momento en que había sido amortizada”. Vivas reconoció
después que con lo que ha pagado la Ciudad daba para haber
repuesto los vehículos “tres veces”.
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“Hay cosas que podemos hacer mejor, pero somos personas
honradas”, afirma el presidente
“Todo es mejorable, estoy
convencido de que hay cosas que podemos hacer mejor, pero
también quiero decir, y lo digo con toda humildad, que somos
personas decentes y que somos personas honradas”. A lo largo
de su comparecencia de ayer, el presidente de la Ciudad,
Juan Vivas, insistió en varias ocasiones en su “honradez” y
aseguró que la Ciudad tiene una “inequívoca vocación de
transparencia”. Acompañado por buena parte de su Gobierno
(seis consejeros de nueve) Vivas manifestó su “total
disposición a colaborar de manera decida con la Justicia”.
“Este no es un camino que hayamos decidido”, argumentó, para
agregar que sí se trata de un camino en el que confía.
Y es que en relación con el contrato de Urbaser, el Gobierno
tiene abierto de momento un frente judicial, el que inició
el PSOE con su denuncia ante el fiscal -ahora en manos del
Juzgado de Instrucción número 5- y admite que las
reclamaciones que le hace Urbaser, y las que ahora le hace
la Ciudad a la empresa pueden acabar también “en pleito”,
como señaló el propio presidente del Gobierno el pasado 18
de abril.
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