Antonio Benítez Bautista es uno de tantos que se ha hecho
caballa pese a nacer en la península. Siente tanto a Ceuta
que, tal y como reconoce, no es capaz de estar más de quince
días fuera de ella. este ceutí de adopción nacido en gaucín
(málaga) será, a sus 87 años, condecorado con la medalla de
la autonomía. un reconocimiento que, según manifiesta, le
llena de “orgullo y emoción”.
Él es la representación genuina del comerciante ceutí
tradicional. Dedicado al mundo de la joyería desde los años
cuarenta vivió muy de cerca el ‘boom’ comercial ceutí.
Benítez, como muchos otros recibió encantado a los cientos
de peninsulares que venían a la ciudad a adquirir artículos
de bazar. Unos tiempos en los que “Ceuta ofrecía algo que no
se podía encontrar en ninguna parte de la península”.
Pregunta.- A pesar de sus 87 años aún se le ve casi a diario
por alguna de sus tiendas. ¿Sigue trabajando?
Respuesta.- Trabajar a esta edad la verdad que trabajo poco.
Hago mis visitas cada día que puedo a algunas de mis
joyerías, ya por la mañana o por la tarde. Empiezo por la de
arriba. Cojo un taxi y voy de una a otra bajando por la
calle Real y el Revellín. Por la tarde hago lo mismo. Ahora
mismo tengo tres joyerías: Orly, Esmeralda y Joyería
Benítez. Esmeralda es la más antigua. Antes de que fuera mía
aquí estuve como empleado.
P.- ¿Cómo se enteró de que le habían concedido la Medalla
de la Autonomía? ¿Qué sintió?
R.- Iba caminando por la calle cuando me dieron la noticia.
Unos amigos se enteraron y me dijeron: “Te han concedido la
medalla de la autonomía”. Después de enterarme se lo dije a
mis hijos y ellos se pusieron muy contentos también. Para mí
fue una alegría muy grande por que yo no esperaba este
galardón. Esta es una medalla que supongo me conceden
después de tantos años de trabajo. Agradezco que se acuerden
de mí.
P.- Usted nació en una localidad del oeste de Málaga como
es Gaucín. ¿Cómo acabó estableciéndose en la ciudad
autónoma?
R.- Vine con mi familia de Gaucín en el año 1933. Éramos
diez hermanos, tres chicos y siete chicas. Teníamos un
pequeño negocio en el pueblo pero no había porvenir para una
familia tan numerosa. Fue un tío nuestro, residente en Ceuta
y dueño de un bar, quien en un bautizo le dijo a mi padre
que por qué no se venía a Ceuta. Mi padre se lo pensó y nos
acabamos viniendo todos para acá. Al poco empezamos todos a
trabajar: unas de cajera, otra de dependienta, las mayores
cosían en casa y yo acabé en una papelería. Fue mi primer
trabajo en Ceuta. Con 13 años empecé en la Papelería La
Española.
P.- ¿Cómo llegó al mundo de la joyería?
R.- Después de la papelería pasé a trabajar en la Joyería La
Esmeralda, de la que Epifanio Hernández era dueño. Él me
apreciaba mucho después de ser empleado suyo tanto tiempo en
la papelería. La Española quebró y me ofreció seguir
trabajando para él en La Esmeralda. Yo estuve encantado.
Permanecí trabajando hasta el año cuarenta y tantos. Fue
entonces cuando yo y mi hermano invertimos en un negocio, un
bazar. Mi primer contacto con la joyería. Ese
establecimiento estaba al lado del Canarias, una tienda que
aún existe y que está en la calle Victori Goñalons. Ahí
empezamos. Dada mi experiencia en la joyería decidimos
incluir entre la oferta de la tienda productos de plata, oro
y bisutería. Con el paso del tiempo el bazar se convirtió en
joyería. La primera tienda que compré fue la del Revellín,
después Orly, que está más arriba y por último La Esmeralda.
Don Epifanio tuvo problemas y no pudo mantener el negocio.
Me lo ofreció y se lo compré. “Mira Antonio que hemos
pensado en tí para que sigas con la joyería”, me dijo. Yo se
lo agradecí y acordamos la venta. Nuestra llegada supuso
para La Esmeralda un cambio radical. Era una tienda que
permaneció tiempo cerrada y con nosotros se abrió y fue más
conocida para el público. La mujer del carpintero que hizo
la tienda no la conocía y nos pidió permiso para entrar y
ver la obra de su marido.
P.- ¿Ceuta ha cambiado mucho desde cuando empezó en la
joyería hasta hoy?
R.- Ceuta ha cambiado mucho desde los años cuarenta. Ha sido
un cambio tremendo, en todo. Antes se hablaba poco de Ceuta,
ahora se la conoce en todas partes.
P.- ¿Han cambiado también los artículos que vendía antes
con los de ahora?
R.- Sí, antes vendíamos cosas de menos valor. Ahora se
venden más relojes de marca. Aún así se nota la crisis
comercial que hay. No sólo en Ceuta, sino en Europa y en
España principalmente. Se nota por que viene menos gente de
la Península y de Marruecos.
P.- Fue una suerte que sus inicios coincidieran casi con
el boom comercial de Ceuta...
R.- Sí, venía mucha gente. Los barcos llenos. Mucha gente
con dinero para gastar.
P.- ¿Y qué pasó?
R.- Tuvimos unos años muy buenos. Muchas ventas. Ceuta tenía
cosas que no se encontraban en la península como relojes o
transistores. Todo mercadería que se importaba desde China.
P.- ¿Llegó a tener como habituales clientes a ciudadanos
llegados de la península?
R.- Muchos. Durante el tiempo que duró el boom comercial
tuve buena clientela que regularmente venía de la península.
Todavía hay gente que de aquella época viene a verme a
Ceuta. Nos recordamos los primeros contactos de trabajo.
Negocio familiar
P.- El carácter familiar del negocio se ha mantenido desde
que abrió el bazar junto a su hermano...
R.- Indudablemente. Tengo cinco hijos. Todos empezaron a
estudiar pero como estaba el negocio familiar y había lugar
para trabajar todos se dedicaron al comercio y aquí los
tengo a todos.
P.- ¿Cómo se lleva eso de trabajar junto a su familia?
R.- Muy bien. Ellos me respetan mucho. Las decisiones las
tomamos de conformidad. No hay problema ninguno. Todo va
sobre ruedas.
P.- La joyería esmeralda es uno de los lugares más
conocidos de Ceuta. Es típico ver como turistas vienen a
fotografiarse, tanto dentro como fuera. ¿Cómo vive usted
esos momentos?
R.- Todavía pasa bastante gente, sobre todo extranjeros. Nos
piden permiso para pasar dentro y hacerse las fotos. En
nuestra joyería estuvo hace algunos años una ministra del
Gobierno. Visitó la casa y se quedó encantada. Esta ha sido
una de las mejores joyerías de Andalucía. Esta muy cuidada
después de cincuenta años abierta.
P.- ¿De todos los artículos que vende hay alguno sobre el
que tenga una especial predilección?
R.- No especialmente. La relojería y la joyería es lo que
más se vende. Los clientes tampoco tienen gustos muy
particulares.
P.- La relación que tiene con Ceuta es muy especial. ¿Es
cierto que no es usted capaz de pasar más de dos semanas
fuera?
R.- Es cierto, efectivamente. Creo que he estado como mucho
quince días. Hace poco he estado tres días fuera y tenía
previsto que fuera una semana pero no he podido aguantarlo y
me he vuelto para casa. Ceuta para mí es lo mejor del mundo
por que aquí empecé, aquí me he criado, aquí emprendí mi
negocio.
P.- ¿Qué es lo que más le gusta de Ceuta?
R.- Todo. La gente y la ciudad.
P.- ¿Ser premiado con la medalla de la autonomía le hace
sentirse más caballa?
R.- Lógicamente sí. Es una recompensa que me dan que no
esperaba recibir. Francamente estoy muy orgulloso de que se
hayan acordado de mí para esto.
P.- ¿Ha llegado a hacer amistad con alguna personalidad
política o social de Ceuta después de tantos años de
trabajo?
R.- Conozco y tengo en buena estima a algunos miembros del
actual equipo de Gobierno de la Ciudad como el alcalde
Vivas, el presidente del PP Pedro Gordillo y algunos
miembros de Gobernación. Pero como no me gustaría dejar
fuera a nadie diré que tengo muchos amigos por que en Ceuta
nos conocemos todos.
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