La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita
Ferrero-Waldner, señaló ayer que “espera” que España y
Marruecos “rebajen” la tensión en sus relaciones bilaterales
generada por la visita de Don Juan Carlos y Doña Sofía a las
ciudades de Ceuta y Melilla. Ferrero-Waldner aclaró que la
UE no intervendrá “en un asunto bilateral” pero sí reconoció
que la Unión Europea desea “que bajen las tensiones actuales
entre dos reinos que han trabajado muy bien últimamente”.
Tras intervenir en la conferencia Euromediterránea de
ministros de Exteriores que se celebra en Lisboa la
comisaria destacó la importancia de la relación entre la UE
y Marruecos, aunque dijo que para Bruselas el objetivo final
es contar “con relaciones privilegiadas con todo el norte de
África”.
En ese mismo foro coincidieron ayer el ministro de Asuntos
Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y su homólogo marroquí,
Taieb Fassi Fihri, de quien el español volvió a escuchar
agrias críticas. “Cada país defiende lo suyo”, dijo
Moratinos, que prefirió no “hacer predicciones” sobre cuáles
serán los próximos pasos del reino alauí y expresó su
“respeto” por su “posición divergente” con Rabat.
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