En cuanto a los acontecimientos llamados “casualidades o
coincidencias”, que se produjeron el día 12 de enero de
2000, Carlos García Selva explicó los siguientes asuntos: En
el tema de la llamada telefónica, el letrado se pregunta “si
la tarjeta de A.A.D. había sido presuntamente extraviada,
cómo pudo desviar esta llamada. Y cómo se han destruido
todas estas pruebas que podrían probar la fasledad de esta
manifestación”.
Respecto a la posterior llamada a la Policía Nacional, se
incurre en las siguientes contradicciones y acciones
inverosímiles: “Una vez recibe la llamada telefónica
proponiéndole el acuerdo telefonea a la Policía, ya no desde
el movil, que hubiere sido lo lógico, sino que se desplaza a
casa de Malika para llamar, cuestión que resulta
absolutamente incierta ya que en ningún momento se registra
la llamada”.
Respecto a la versión de los policías, aunque éstos aseguran
que acompañaron al herido a curarse al Ambulatorio de José
Lafon, resulta que “no existe constancia de este hecho en el
Insalud”. Tras lo cual le toman declaración.
Actuaciones
Tras la información obtenida por los agentes, las
actuaciones son “trepidantes”. García Selva explicó que
“otra de las casualidades” es que el dinero apareciese tan
rápidamente.
En su declaración, la hermana del fellecido, Malika Mohamed,
dijo que “el día 10 A.M.A. fue a su casa, acompañado de su
madre, en nombre de A.A.A. y M.A.A. ofreciéndole una cierta
cantidad de dinero para que no los denunciase”. Mas tarde, y
en la misma declaración dice “El día 13 sobre las 14.15
horas A.M.A. le telefoneó y le dijo que se desplazara al
Principe (no dice el motivo) que tenía que hablar con ella.
Malika le dice a A.A.D. que llame a la Policía, figurando en
el telefonema 6 que “M.A.A. se personará en casa de la
hermana del Kimbi para darle el pésame y el dinero para que
cambie la declaración con respecto a los inductores del
asesinato”.
A las 15.00 horas se produce una nueva llamada en la que se
informa que ya está en casa, procediéndose inmediatamente a
su detención.
“Malika dandose cuenta del error cometido, invierte las
conversaciones del dia 10 con la del día 13, que no es 13
sino 12 en la que viene a decir que la primera llamada es
para darle el pesame y ofrecerle su ayuda y la segunda es
para ofrecerle dinero”.
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