ANTONIO GARCIA
CEUTA.- Cuando el seis de agosto de 2013 la Administración
que preside Juan Vivas firmó el acta con los representantes
de las centrales sindicales con representación en el ente
autonómico para el inicio del proceso de reestructuración
del sector público empresarial ceutí, ninguna de las partes
se imaginaron como iba a terminar el mismo.
Ayer, tal y como adelantó este periódico, el Ejecutivo de
Juan Vivas anunció que daba marcha atrás y el proceso
iniciado a primeros de año ha quedado totalmente
desmantelado, por lo que todo vuelve a estar tal y como
estaba; esto es, siguen adelante las sociedades, que como ya
se publicó en este diario fechas atrás, habían optado para
convertirse en organismos autónomos en la forma de absorción
sin disolución. Un as en la manga que el Gobierno de Vivas
se había guardado en la manga por si sucedía algún tipo de
incidencia que diera al traste con el proceso.
Esta fórmula permite que, después de la marcha atrás, los
trabajadores sigan en los mismos puestos que venían ocupando
hasta ahora, aunque claro está, dentro de las sociedades,
tal y como venían haciéndolo hasta ahora.
Pero para validar la decisión, es necesario convocar un
pleno extraordinario para anular los acuerdos aprobados para
la puesta en marcha del proceso. Sesión plenaria que, según
dijo ayer el presidente, no tiene fecha aún, pero que hay
que convocarla lo antes posible, según explicó
Pero sería bueno hacer un poco de historia para conocer en
profundidad todo lo que ha sido el devenir de este proceso.
En el acta firmada por los sindicatos para el inicio del
proceso se deja claro que el mismo tenía que venir avalado
por el visto bueno de la secretaria general y el
interventor, que emitieron los informes jurídicos y
económicos necesarios dando luz verde a la viabilidad y a la
legalidad del proyecto de reestructuración.
Los preparativos comenzaron y toda la maquinaria se puso en
marcha. El acuerdo con los sindicatos estaba hecho, ya que a
los representantes sindicales se les venía encima una
papeleta difícil de digerir. Estaban en juego setecientos
empleos. En las sesiones plenarias celebradas, tanto
Coalición Caballas como Partido Popular votaron a favor de
la propuesta de reestructuración, mientras que los
socialistas se abstuvieron en las dos ocasiones.
Todo quedó más que bendecido y tanto Vivas como Carreira, en
sus comparecencias, y el resto de los componente del
Gobierno defendieron con uñas y dientes que esta era la
mejor fórmula para la gestión del sector público
empresarial, máxime cuando estaba pegando a las puertas la
nueva Ley para la racionalización y sostenibilidad de la
Administración Local aprobada por el Ejecutivo de Rajoy, del
mismo color político que el ceutí.
Antes de la conclusión del año, dos funcionarias interponen
un recurso al proceso de reestructuración del sector público
empresarial ceutí. Según dijo ayer el presidente, los
recursos están muy bien fundamentados, como opinan los
técnicos competentes en la materia.
Es en ese momento cuando comienzan a llegar los problemas
para la Administración, que mantuvo, al tener conocimiento
de la presentación de los citados recursos, que llegaría
hasta el Supremo si hiciese falta en la defensa del proyecto
iniciado a primeros de año, ya que se hizo coincidiendo con
la entrada en vigor de la nueva legislación estatal, que
obligaba a las Administraciones a hacer desaparecer las
empresas que no tuvieran las cuentas saneadas y al día, algo
que en las de Ceuta, ahora, se tendrá que hacer con fecha 31
de diciembre de 2013.
Bajo esta premisa, la reestructuración, pese a los recursos
presentados, a los que se agregaron varios funcionarios más
a medida que fue pasando el tiempo, siguió adelante,
generándose la polémica a comprobar la cantidad de fallos
que contenía el expediente.
Pese a ello, el Gobierno seguía adelante con sus
planteamientos y los trabajadores comenzaron a ser dados de
alta por los organismos autónomos creados, ya que había
empresa, como por ejemplo Acemsa, seguía igual, así como el
ya creado organismo autónomo de Servicios Tributarios.
Fueron muchas las dudas que surgían a medida que se hizo
público por parte de este periódico los contenidos del
recurso, cuyos autores entendían que el pase de los
trabajadores a los organismos autónomos eran nulos de pleno
de derecho.
Este hecho generó que los trabajadores de las empresas y los
funcionarios tomaran posicionamiento distintos. Los último
al comprobar que se lesionaban muchos de sus derechos.
Los sindicatos movieron fichas y convocaron una asamblea
informativa para tranquilizar a los trabajadores, aunque en
el ambiente se respiraba preocupación y, además, ya se
conocían que muchas opiniones de los técnicos compartían las
tesis de los recursos. Ayer, tras reunirse con los
sindicatos y portavoces, Juan Vivas se vio obligado a tener
que dar marcha atrás con la reestructuración.
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La anulación del proceso obligará a modificar los
Presupuestos
La anulación de todo el proceso de
reestructuración del sector público empresarial ceutí deja
al descubierto una serie de cuestiones que sería bueno
analizar.
Una de ellas es la relativa a las Cuentas aprobadas para el
año 2014 por el Pleno de la Asamblea de Ceuta.
Sobre este particular existen varias hipótesis. Algunos
representantes de los sindicatos argumentaron que no hacía
falta la modificación presupuestaria, pero si uno comprueba
el contenido del documento aprobado para el año en curso
comprobará como las sociedades municipales, menos las que no
se han visto afectadas por el proceso de reestructuración no
cuentan con partidas presupuestarias, ya que las que
aparecen son las relativas a Servicios Regionales de
Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda; Servicio Regional de
Turismo y Deportes; Servicio Regional de Medio Ambiente y
Servicios Comunitarios y Aparcamientos, Servicio Regional de
Emergencias. Si el acuerdo es revocado, las sociedades no
contemplarían con partidas presupuestarias.
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