Los portadores de las medallas, acompañados de buena parte
de la sociedad ceutí y los invitados murcianos, disfrutaron
en el Parador La Muralla del colofón de la fiesta al compás
de una banda sonora de flamenco lírico que demostró que si
en Ceuta hay arte, en Murcia también. Los hermanos Piñana
abanderaron su patria como de costumbre, “orgullosos de
participar en un día tan especial tanto para Ceuta que tiene
además mucha tradición flamenca”.
Dicen que no son profetas a pesar de que así les consideren
en su tierra y repiten que en Ceuta se sienten “como en
casa” al estar en una ciudad que les transmite calidez,
hospitalidad y arte. Como el que hay en cada rincón de
Murcia, su tierra natal y lugar de residencia a la que se
sienten orgullosos de representar siempre que se les invita
a ello.
Ayer Carlos Piñana y sus hermanos demostraron a los ceutíes
que su arte está mamado y estudiado. Con sangre de flamenco
en sus venas y muchos años de conservatorio, Carlos Piñana
consiguió con tan sólo 22 años el Premio Nacional de
Guitarra del Festival de Arte de Córdoba. Ayer su logro se
basó en lo que siempre ha querido: tocar el corazón del
público tocando con su guitarra los temas que ha compuesto
escudriñando sus propios sentimientos.
Algunos hablaban, otros bebían y los más escuchaban. Los
jardines del Parador La Muralla se vistieron ayer de gala y
fueron el escenario para el broche de oro de la fiesta de
Ceuta con una banda sonora de excepción.
Los componentes
Acompañado de su hermano Curro al cante, de Franci también
al cante y a la percusión y de la bailaora Nadia Marqués
salpicó los jardines del Parador de un flamenco lírico
salpicado de toques clásicos y caracterizado por un sello
personal “que he intentado labrar con el paso de los años”.
Hoy su inspiración es su hija, nacida hace 10 meses y musa
de las composiciones de su nuevo disco, ‘Mi Sonanta’, que
verá la luz en octubre. El sexto ya de un músico de 33 años
entregado al arte, a la música y a su guitarra. “Una
prolongación sin la que no puedo plantearme la vida”.
Al igual que la música, algo que desde muy pequeño supo que
era el hilo que movía su vida a través de las cuerdas de la
guitarra. A la vida le pide seguir “como hasta ahora”,
emocionando a la gente como ayer en Ceuta y viviendo de la
composición y la interpretación, “unos conceptos que no
puedo separar porque se complementan”.
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