Más político que el del año pasado, los actos
institucionales del Día de Ceuta vinieron ayer marcados por
la idea que del Estado y el desarrollo autonómico tienen el
presidente Vivas y su homólogo murciano, Ramón Luis
Valcárcel, que dedicaron buena parte de sus intervenciones
ante el auditorio del Patio de Armas a glosar su apuesta por
una España “fuerte, unida, plural y cohesionada”, como dijo
el líder del Ejecutivo ceutí, y a exigir un desarrollo “de
todos y para todos”, según destacó el murciano.
La España “fuerte, unida, plural y cohesionada” por la que
apuestan y con la que sueñan los presidentes de la Región de
Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y la Ciudad Autónoma de Ceuta,
Juan Vivas, fue ayer el eje de los discursos que ambos
pronunciaron en las Murallas Reales con motivo de la
celebración de los actos institucionales organizados para
festejar el Día de Ceuta. Ambos son los baluartes
electorales regionales más firmes de su partido, el PP.
Valcárcel, en primera línea política desde 1991, acumula
quince citas con las urnas ganadas por KO [mayoría
absoluta]; Vivas, desde 2001, otras ocho, seis de ellas con
resultados por encima del 60%. No es raro, pues, que
coincidieran en reclamar una acción “firme, decidida y
justa” en el Gobierno de España para que el desarrollo del
país sea “de todos y para todos, sin distinción alguna”,
como dijo el murciano, o para que persiga el objetivo de
“una España fuerte, unida, plural y cohesionada”, en
palabras del ceutí.
Protocolo y hospitalidad obligan, Valcárcel fue el primero
en llegar al atril, desde el que defendió ante unas 400
personas la vigencia del modelo constitucional “y la
necesidad de potenciar el sentido de Estado en todas y cada
una de las decisiones que se adopten para el futuro de
España”, porque, afirmó, “el progreso individual de una
comunidad es el progreso para España y para todos los
ciudadanos”.
“La Constitución es im marco de convivencia, de tolerancia,
de respeto; valores de los que los ceutíes sois”, alabó el
líder del Ejecutivo murciano a los presentes, “un modelo a
seguir por el resto de los españoles, ya que es un texto
legal que nos impulsa a crear un modelo de Estado de
desarrollo y progreso para todos, sin diferencias”.
“Buscar lo que nos une”
“Debemos buscar lo que nos une y no lo que nos diferencia, y
respetar los que nos iguala y nos hace diversos, como el
hecho de que España se extienda en territorios de ultramar,
como Ceuta, es el principal cometido de quienes ostentamos
responsabilidades de Gobierno”, advirtió.
Valcárcel hizo de la necesidad de ese “buscar lo que nos
une” el eje principal de su discurso, en el que resaltó que
“los murcianos creemos que en nada disminuye nuestro orgullo
regional al destacar aquello que nos une con los ceutíes,
como es formar parte indivisible de España” y concluyó que
“todo ello nos enriquece, nos hace fuertes”, subrayó,
“porque en nada es incompatible aspirar al máximo desarrollo
estatutario o competencial con el respeto a un concepto
solidario, y cooperar entre comunidades en el seno del
Estado español y buscar el progreso y desarrollo de todas”.
Cuando le tocó hacer uso de la palabra Vivas también destacó
las virtudes de quienes, como Ceuta y Murcia, trabajar “por
la paz, el progreso y la libertad” sin caer en ningún tipo
de “exclusión”. “Los murcianos creemos que en nada disminuye
nuestro orgullo regional al destacar aquello que nos une con
los ceutíes, como es formar parte indivisible de España”,
había dicho unos minutos antes Valcárcel.
“Nos une un deseo común”, confirmó el presidente ceutí, “de
fomentar el desarrollo de nuestras Comunidades, de impulsar
el bienestar de murcianos y ceutíes en el seno de una España
fuerte, unida, plural y cohesionada”.
Nexos de unión
Alta política aparte, los dos presidentes reservaron parte
de sus intervenciones para recordar que los lazos que ligan
a sus dos regiones no son ni pequeños ni recientes. A tal
efecto, Vivas se remontó hasta 1231 para recordar que la
ciudad perteneció entonces a la Taifa Murciana y hasta el
siglo XVII para mecionar que entonces, con ocasión del largo
asedio sufrido por Ceuta, llegó aquí el Tercio Nuevo de
Murcia, unas tropas “que cumplieron valerosamente su misión
y se integraron activamente en el devenir de nuestra
ciudad”.
Habló también Vivas del gusto que por “la miel y las flores”
une a ceutíes y murcianos, de Baeza y Ros, de la afición a
los atardeceres rojos o del marcado carácter “mediterráneo”
de sus gentes antes de razonar que tantas cosas no pueden
ser sino causalidades que sustentan “el deseo también común
de fomentar el desarrollo de nuestras dos Comunidades, de
impulsar el bienestar de murcianos y ceutíes en el seno de
España”.
“Estamos hermanadas por el Mediterráneo como cuna de
culturas y nexo de unión entre los pueblos a lo largo de los
siglos y creemos que en nada disminuye nuestro orgullo
regional al destacar aquello que nos une con los ceutíes,
como es formar parte indivisible de España”, le había dado
pie antes Valcárcel, quien se mostró convencido de que
“iniciativas como la de Ceuta, de compartir con otras
comunidades el Día de la Ciudad Autónoma, sirven para
construir lazos de amistad, para tender puentes, para
reforzar un sentimiento común que es más importante que
cualquier opción política o ideológica”, porque, apuntó,
“todos los españoles somos iguales y es preciso que con la
conciencia de Estado común y de desarrollo, el Gobierno de
todos nos trate como iguales”.
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