El año de la crisis tuvo su Día de Ceuta tan solemne como
acostumbra para agasajar a cinco nuevos ceutíes que cuentan
sobre su pecho con cinco nuevas Medallas de la Autonomía.
Dentro de un marco tan grandilocuente como lo puede ser el
Conjunto Monumental de las Murallas Reales, un millar de
personas, entre ellos varias decenas venidas de Murcia,
atendieron a un acto en el que el protocolo impuso sus
reglas, pero en el que hubo tiempo también para el buen
humor de uno de los homenajeados, el prestigioso médico
Jesús del Real, o el desenfado de Elsa Rovayo, más conocida
como La Shica.
Una dulce y señorial música grabada sonaba ayer en los
prolegómenos del Día de Ceuta, mientras la gente iba tomando
asiento. Entre las primeras filas llamaban la atención de la
vista las gorras de los altos cargos militares entre los
trajes de corte de las autoridades políticas. Más atrás, el
vestuario se volvía más desenfadado entre un público con una
media de edad ciertamente avanzada.
En el poco comparable marco de las Murallas Reales, pocos
huecos libres en las cerca de mil sillas instaladas en el
Patio de Armas justo cuando se inició la ceremonia en sí: en
un respetuoso silencio se dio la lectura por parte de la
secretaria general de la Ciudad Autónoma de Ceuta, María
Dolores Pastilla, del Acta por el cual se aprobó la
imposición de las cinco Medallas de la Autonomía.
Mientras una chica traducía al lenguaje de los signos la
presentación del vicepresidente de la Ciudad Autónoma, Pedro
Gordillo, el acto fue avanzando con una solemnidad que
remarcaba el espacio creado a tal efecto: siete maceros
impasibles salpicaban un escenario en el que predominaba el
rojo y el granate y que presidían los máximos responsables
de ambas Autonomías, la de Ceuta y la de Murcia, Juan Jesús
Vivas y Ramón Luis Valcárcel, respectivamente. A un lado del
escenario, dos mujeres con el traje regional ceutí daban
colorido a la escena.
Una agradable brisa durante la puesta de sol acompañó la
imposición de las Medallas a sus nuevos titulares, con la
vicerrectora de Ordenación Académica del Centro Asociado de
la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED),
Encarnación Sarriá, en sustitución de Fernando Jover,
director de la entidad.
Entre los discursos de los homenajeados, el prestigioso
médico ceutí Jesús del Real –afincado en Madrid–, rompió la
frialdad del acto con un discurso en el que abundaron las
anécdotas.
Por su parte, La Shica aportó la más corta y emotiva de las
disertaciones, bien aplaudida, por cierto.
Los discursos de los presidentes autonómicos contaron ya con
luz artificial, para dar más calidez al fin del acto que
conmemoró el Día de Ceuta, que clausuró la Masa Coral de la
ciudad con la interpretación de ambos himnos, el ceutí y el
murciano, comunidad con la que se aprovechó para estrechar
lazos.
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