Rebajados ya los 31 grados que se alcanzaron a mediodía, los
ceutíes respondieron ayer a la llamada de la gran cabalgata
de Feria y salieron a la calle para arropar a las Reinas de
la Feria, indiscutibles protagonistas del evento, durante su
recorrido desde el Conjunto Monumental de las Murallas
Reales hasta el Real de La Marina.
Cientos de ceutíes renunciaron ayer al aire acondicionado y
otros placeres bajo techo para celebrar junto a sus
convecinos el tradicional desfile de la cabalgata de Feria,
que además de las Reinas de las Fiestas Patronales,
indiscutibles protagonistas más guapas que siempre sobre sus
tronos móviles, estuvo aderezada por el gracejo y el saber
estar de muchos ceutíes que se involucraron directamente en
el desfile.
Estuvieron, claro, Daniel y África, los queridos patrones de
la ciudad autónoma, que ataviados con os trajes regionales
típicos de la ciudad autónoma se vieron rodeados por una
veintena de cabezudos más de la entrañable Asociación
Cultural de Amigos de los Gigantes y Cabezudos.
Como no podía ser menos tampoco faltaron los gnomos, los
personajes de Walt Disney y todos esos protagonistas sin los
que un evento de estas características, dirigido de forma
específica al público infantil pero que tampoco desagrada al
juvenil y al adulto, no sería lo mismo.
El recorrido partió algo después de las 21.30 horas, cuando
estaba inicialmente previsto que arrancase, desde el
Conjunto Monumental de las Murallas Reales.
Allí la caravana enfiló el Puente del Cristo preñada de
dragones, pasacalles y zancudos para, tras pasar por el
Puente del Cristo, girar a la derecha y entrar en la Plaza
de África, espacio que la Policía Local y AMGEVICESA se
afanaron en limpiar de vehículos durante toda la jornada.
En la Avenida Sánchez Prados, la emblemática Gran Vía, la
cabalgata vio a su alrededor a la mayor cantidad de público,
para alborozo también de los muchos establecimientos
hosteleros ubicados a ambos márgenes del vial.
Pasada la Plaza de la Constitución la comitiva torció de
nuevo hacia la izquierda para, rodeada de ceutíes, tomar La
Marina Española y llegar hasta el Real, donde la recibió el
presidente Vivas.
|