Fabri González, antes de enjuiciar el partido disputado por
su equipo en el Alfonso Murube, quiso darle la enhorabuena a
sus jugadores porque “se han dejado la piel en el campo y la
actitud ha sido extraordinaria”. Del partido aseguró que “el
Ceuta salió con un ritmo muy alto, se ha encontrado con un
gol que hemos regalado, pero fuimos capaces de empatar... En
los últimos minutos de la primera parte ellos tenían más
posesión, pero una pérdida propició un contraataque y una
falta que significó el 2-1”. El entrenador del Mérida
continuó su relato lamentando los errores defensivos en la
segunda parte que pusieron en bandeja el triunfo al Ceuta,
además de quejarse de la labor del colegiado. “Hemos
cometidos bastantes fallos en la última línea donde hubo
falta de concentración entre los centrales y el portero y
con la ayuda enorme del árbitro nos pusimos tres goles
abajo. Pero hemos hecho dos tantos y estuvimos muy cerca de
empatar el partido. Esto dice que los equipos en esta
categoría a nivel de personalidad dejan mucho que desear; no
hay equipos que destaquen pese a lo que pueda parecer”,
añadió.
Preguntado por la influencia del árbitro en el resultado,
contestó que “me refiero a cantidad de cosas importantes: el
penalti que no ha sido transformado, un fuera de juego en
uno de los goles y de otro tipo de situaciones”. Fabri
subrayó que “el árbitro no ha medido a los dos equipos por
el mismo rasero”. El técnico extremeño incidió en que el 4-3
fue fruto de “la falta de personalidad de los equipos”.
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