Muy felices se las prometía la grada del Alfonso Murube en
el choque que enfrentó en la tarde de ayer a la Asociación
Deportiva Ceuta con el Mérida en un partido que había que
ganar y se ganó... pero con mucho más sufrimiento de lo que
en principio se podía esperar. Y es que los ceutíes
terminaron pidieron la hora después de ir 4-1 cuando
faltaban dieciocho minutos para que se cumpliera el tiempo
reglamentario y parecía todo sentenciado.
La tarde ya comenzó propicia puesto que, a los dos minutos
de juego, el cuadro caballa se adelantó por mediación de
Enzo al aprovechar un error defensivo de Juli Ferrer quien
dejó el balón a los pies del argentino para que este
materializara el primero de los siete goles del encuentro.
Uno de los que llegarían tras errores defensivos.
Cuando se alcanzaba el primer cuarto de hora Berruezo perdió
un balón en el centro del campo que llegó al costado diestro
del ataque emeritense. Allí, con la zaga totalmente
descolocada, Jandro pudo un servicio a la cabeza de Luciano
para que este devolviera la igualada al rematar de forma
impecable al fondo de las mallas.
Con las tablas en el electrónico los ceutíes intentaron
hacer su juego, como si nada hubiera pasado, controlando la
posesión del esférico aunque sin generar suficiente peligro
para volver a adelantarse. Así Tato de cabeza y Javi Navarro
desde la frontal tuvieron sus opciones, pero sus intentos
salieron desviados.Estaba visto que más que por el acierto
de los delanteros serían errores defensivos los que harían
que se moviera el marcador. Algo que pudo ocurrir tanto en
un lado como en otro donde Ismael y Tato pudieron marcar
para los suyos.
En esas era el Ceuta el equipo que llegaba con más
insistencia, merodeando el área rival. Una constancia que se
tradujo en sendas faltas peligrosas a favor de los caballas.
De las botas de Berruezo salió la primera, buscando la
escuadra emeritense, y obligando a Orlando a meter la
manopla. Pero minutos después, el propio Orlando, no estaría
tan acertado al ver como Pepe Martínez desde la frontal le
sorprendía por el palo del portero. Un segundo gol que llevó
la euforia a la grada poco antes de que los protagonistas se
marcharan a los vestuarios.
El segundo tiempo arrancó con las defensas de ambos equipos
adelantadas, lo que provocó un gol anulado a Tato por fuera
de juego. Tras eso los pacenses se hicieron con el control
de la pelota, pero no del partido, ya que estos no
tradujeron ese dominio en ocasiones.
Así sería el Ceuta el que pondría tierras de por medio al
prolongar Tato con la testa un balón en largo que llegó a
Enzo quien, igualmente con la cabeza, elevó sobre Orlando
que estaba a media salida.
A raiz de encajar el tercer tanto en contra los emeritenses
se encoraginaron, pero su rabia duró poco. De esa forma lo
único que consiguieron los de Fabri fue un disparo de Cuevas
a las manos de Lledó. Una impotencia que llevó a los
visitantes a adelantar aún más su línea defensiva,
practicamente hasta el centro del campo, lo que apunto
estuvo de provocar el cuarto al plantarse David Fas ante
Orlando tras un pase en largo de Alberto. El valenciano,
falto de ritmo en su regreso, se durmió en los laureles
hasta ver como la zaga rival abortaba el cuarto mandando a
córner. Aún así las diferencias se ampliarían en ese saque
de esquina, botado por el propio David Fas, al quedarse el
balón muerto en el corazón del área, donde Sandro aprovechó
para marcar y prácticamente sentenciar el encuentro.
Pero nada más lejos de la realidad ya que, a falta de
dieciocho minutos para el final, todavía quedaba mucha tela
que cortar. En esas, con los romanos volcados en la puerta
contraria, un balón de Ismael buscando la espalda de la
defensa fue aprovechado por Luciano para, de disparo
cruzado, recortar distancias.
En esas, con dos goles por encima, el triunfo parecía que no
se iba a escapar. Y más aún porque estaba más cerca el
quinto para los locales que el tercero de los visitantes. De
esa forma Álvaro dejó en la frontal un balón a Berruezo
quien, con la pierna izquierda, apunto estuvo de alojar el
cuero en la misma escuadra. Aunque los ceutíes todavía
tendrían una ocasión mucho más clara para materializar el
quinto. Esta llegaría tras provocar David Fas un penalti que
sería mandado a las nubes por Tato, después de que este le
arrebatara el balón de las manos a Berruezo cuando se
procedía a lanzarlo.
Una decisión que pudo costar cara porque poco después se
pasó de lo que podía haber sido el 5-2 al 4-3, al aprovechar
Ismael un doble error de la zaga local para marcar en tiempo
añadido.
Aún así ya no quedaba tiempo para más. Los ceutíes se
reencontraron con el triunfo y con el gol para olvidar las
dos últimas derrotas que habían generado ciertas dudas
entorno al equipo.
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Los ceutíes se reencontraron con el gol tras dos partidos
sin marcar
Contabilizaba la AD Ceuta un total
de 223 minutos sin marcar desde el tanto que hiciera
Santacruz en el Álvarez Claro ante el Melilla nada más
comenzar la segunda parte. Una falta de gol que se prolongó
en los dos últimos choques ante Águilas y Cartagena y que
empezaba a ser preocupante.
Por lo que, con la lección bien aprendida, los ceutíes no
tardaron mucho en ponerse las pilas y a los dos minutos ya
se habían adelantado por mediación de Enzo en el primero de
sus dos goles de la tarde. Además del argentino también
marcaron dos defensas como Pepe Martínez y Sandro,
estrenando ambos su casillero de goles esta temporada. Un
total de cuatro goles que devuelve a los ceutíes su acierto
de cara a la puerta contraria.
En lo que tendrán que afinar de cara al futuro será en el
aspecto defensivo, puesto que ayer encajaron tres goles, dos
de ellos seguro que evitables.
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