Minu Sunderdas es la vicepresidenta de ‘Mujeres
Empresarias’, parte integrante de la Fundación Premios
Convivencia, y una de las responsables de que ‘El banquero
de los pobres’, Muhammad Yunus, recogiera el galardón de la
novena edición del Premio Convivencia. La decisión fue
tomada por total unanimidad por la junta directiva de la
asociación femenina, que valora enormemente la labor que el
bangladeshi ha realizado por las personas desfavorecidas en
su país y el impulso que han supuestos sus teorías entre las
mujeres empresarias. Y quizás aún exista un criterio mucho
más importante para que Yunus sea el Premio Convivencia
2006. La solidaridad. Una cualidad que escasea en estos
tiempos. En palabras de Sunderdan: “cada año es más difícil
entregar este premio, porque cada vez cuesta más trabajo
encontrar buenas personas en este mundo”
Solidaridad: adhesión a la causa de otro. Posiblemente sea
la definición que mejor define a ‘El banquero de los
pobres’, Muhammad Yunus, Premio Convivencia 2006. ‘Mujeres
Empresarias’ pensaron en el bangladeshi como persona idónea
para ser galardonado. La junta directiva de la asociación no
dudo en ningún momento y la decisión fue unánime. El
principal motivo para ellas: ser una persona que mantiene
interés por crear una solidaridad personal.
Minu Sunderdas, vicepresidenta de ‘Mujeres Empresarias’,
colectivo perteneciente a la Fundación Premios Convivencia,
ha sido una de las principales artífices para que Yunus
recogiera en la tarde de ayer su galardón: “estamos hablando
de un gran economista que supo ver que las actuales teorías
económicas no tienen nada que ver con la práctica”. Y no se
quedó ahí, fue más allá: “supo ver que en su país todos los
bancos exigían avales a todo el mundo y quiso generar
oportunidades para todos”. El creador del ‘Grameen Bank’
pensó que si la persona es pobre, no tiene dinero, ni
ninguna clase de negocio, entonces se le presta y no se le
exige ningún tipo de documento legal, pues estos encarecen
el crédito. Tampoco se necesitan garantías ni
responsabilidad compartida. Las personas son individualmente
responsables y si no pagan nadie asume esa responsabilidad.
“El 99 por ciento paga y un 1 por ciento paga un poco tarde
pero termina pagando”.
Pero no solo de créditos vive el hombre y el aspecto humano
se valora mucho más: “Yunus da valor a la persona humana en
si misma. A pesar de que esta vida pasa muy rápido y se basa
en lo material, él supo encontrar un equilibrio y ya no se
pueden encontrar a muchas personas con esos valores, porque
se los hubiera la pobreza ya estaría erradicada”.
Además entre las teorías económicas de Yunus se realza la
figura de la mujer. Una nueva mujer que ya es empresaria y
genera confianza. El banco le da prioridad al sexo femenino.
El 96 por ciento de sus clientes son mujeres, muchas de
ellas analfabetas. Ellas están acostumbradas a hacer rendir
los pocos recursos que tienen y el impacto que generan sobre
los hogares es inmediato y mucho mayor al que podrían
generar los hombres. Además de los prestamos Grammer Bank
entrega cada año 28.000 becas para los hijos de las
beneficiarias: “lo bueno de este proyecto se basa en la
confianza del ser humano para lograr que los hombres sigan
su camino hacia adelante”.
Minu Sunderdas y la asociación que vicepreside se encuentran
en total sintonía con ‘El banquero de los pobres’: “desde
Mujeres Empresarias apoyamos totalmente su proyecto a través
del cual intenta impulsar las posibilidades de las mujeres,
que somos muchas en el mundo”.
Sunderdas termina pidiendo meditación a la sociedad actual
en la que vivimos, que el ejemplo de Yunus sirva para
predicar por el Mundo: “si existieran más personas como él
en la Tierra, todos tendríamos total libertad”.
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