La complejidad del caso “queda fuera de toda duda”, explica
el magistrado juez de la Audiencia Provincial, Jesús Carlos
Bastardés en el inicio del fundamentado texto con el que
valoró el llamado ‘Caso Kimbi’ en su voto particular y en
cuya valoración final muestra su disenso con la sentencia
condenatoria sobre los nueve imputados del sumario 5/2000.
Aún cuando estima la “encomiable labor” de los otros dos
magistrados en la búsqueda de la verdad. Para Bastardés,
“las declaraciones de los testigos, al margen de otras
muchas circunstancias, así como por una investigación
policial que ha dejado mucho que desear y una instrucción
con errores lamentables”, le hace apelar a su conciencia
para emitir “su” voto particular en orden a que la sentencia
que se ha de dictar “sea absolutoria de los acusados”.
El magistrado juez, hizo múltiples referencias a sentencias
del Tribunal Supremo para argumentar su valoración en
relación al testimonio del llamado ‘Piti’, principal baza de
la acusación. Bastardés expresó la “inverisimilitud” del
testimonio dada la “carencia de una mínima corroboración
objetiva” en cuanto a la versión ofrecida por el compañero
del apodado como el ‘Kimbi’.
Y todo ello, apuntó además Bastardés, “sin olvidar las
diecisiete declaraciones” previas -incluida la del plenario-
en las que “no son descartables manipulaciones en su versión
de los hechos”.
Del mismo modo, el magistrado discrepa de sus otros dos
compañeros en relación a los careos realizados en la vista
oral entre el ‘Piti’ y Layachi y Malika Mohamed y Abdelhalak
Mohamed. En relación al primero de ellos, Bastardés,
entiende que la posición más sólida cayó de lado de Layachi,
en tanto que en el segundo de ellos la presunción de
inocencia no quedó debilitada como consecuencia del citado
careo.
Del mismo modo, en la emisión de su voto particular, Jesús
Carlos Bastardés mantiene distinta opinión respecto al
hallazgo de la suma de cincuenta millones de pesetas en la
consideración de que la prueba “constituya una corroboración
objetiva periférica de las afirmaciones vertidas por la
acusación”.
En su opinión, los testimonios de varios funcionarios de
policía le han llamado la atención. “Sus declaraciones han
sido un conjunto de opiniones, de calificaciones de los
acusados como delincuentes”.
El magistrado hizo especial mención al testimonio del ex
jefe de la UDYCO de quien le sorprendió “la displicencia del
tono, no exenta de superioridad. En las preguntas de los
señores letrados defensores -argumenta- para mí ha sido
llamativa y quizá tenga su explicación en las nada dignas
acciones que le atribuyó el acusado conocido como A.A.A’”,
aseveró.
“Ciertas alusiones a cuestiones políticas; ciertos
conflictos con el Comisario; y otras circunstancias han dado
a este asunto un tinte diferente a otros, desgraciadamente
análogos, en esta ciudad”, criticó.
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Valoración explícita de la discrepancia
Jesús Carlos Bastardés expresa en
el quinto y último punto de su exposición, la valoración
definitiva en el que se ha resumido su voto particular:
“En virtud de lo anteriormente expuesto, valorando en
conciencia la prueba practicada, existe para mí una duda
seria, y que considero razonable sobre la identidad de
quienes fueron las tres personas que haciendo fuego contra
Mohamed Mohamed Sedik, le alcanzaron y le dieron muerte y,
en su caso, dispararon contra Abdelkader Ali Derdabih; y
también que aquéllos lo hicieran por orden de los acusados
como inductores. Por lo que, en conclusión, voto que la
sentencia que hemos de dictar sea absolutoria de los
acusados”.
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