Las Fuerzas de Seguridad del Estado han puesto en estado de
alerta a su amplio entramado de confidentes y soplones de la
comunidad islámica de nuestro país -formada por 1,5 millones
de musulmanes, la mayoría de origen marroquí- para que les
ayuden a detectar cualquier brote de yihadismo,
radicalización o captación de jóvenes y futuros terroristas
en mezquitas, lugares de esparcimiento, páginas web o redes
sociales.
La medida, confirmada por fuentes policiales y de la
Comisión Islámica de España (CIE) -el órgano de
representación e interlocución con el Estado-, se ha puesto
en marcha a raíz de los recientes atentados islamistas de
París contra el semanario Charlie Hebdo, y afecta,
principalmente, a las comunidades de Madrid, Cataluña y
Andalucía, que concentran el grueso de la colonia musulmana,
además, lógicamente, de Ceuta y Melilla.
Tras el evidente fracaso de los servicios de Inteligencia
para detectar los atentados terroristas del 11-M en Madrid,
las Fuerzas de Seguridad del Estado han tejido desde
entonces una tupida red de confidentes que abarca no sólo
las cinco federaciones musulmanas nacionales y las cinco
regionales integradas en la CIE, sino, sobre todo, las más
de 1.300 mezquitas repartidas por toda España. Algunas son
grandes edificios religiosos, como la mezquita de la M-30 o
la de Tetuán, ambas en Madrid, pero la mayoría se levantan
en simples garajes o pequelos locales.
Las Fuerzas de Seguridad del Estado han puesto en estado de
alerta a su amplio entramado de confidentes y soplones de la
comunidad islámica de nuestro país -formada por 1,5 millones
de musulmanes, la mayoría de origen marroquí- para que les
ayuden a detectar cualquier brote de yihadismo,
radicalización o captación de jóvenes y futuros terroristas
en mezquitas, lugares de esparcimiento, páginas web o redes
sociales.
La medida, confirmada por fuentes policiales y de la
Comisión Islámica de España (CIE) -el órgano de
representación e interlocución con el Estado-, se ha puesto
en marcha a raíz de los recientes atentados islamistas de
París contra el semanario Charlie Hebdo, y afecta,
principalmente, a las comunidades de Madrid, Cataluña y
Andalucía, que concentran el grueso de la colonia musulmana,
además, lógicamente, de Ceuta y Melilla.
Tras el evidente fracaso de los servicios de Inteligencia
para detectar los atentados terroristas del 11-M en Madrid,
las Fuerzas de Seguridad del Estado han tejido desde
entonces una tupida red de confidentes que abarca no sólo
las cinco federaciones musulmanas nacionales y las cinco
regionales integradas en la CIE, sino, sobre todo, las más
de 1.300 mezquitas repartidas por toda España. Algunas son
grandes edificios religiosos, como la mezquita de la M-30 o
la de Tetuán, ambas en Madrid, pero la mayoría se levantan
en simples garajes o pequelos locales.
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