La operación antiterrorista denominada ‘Chacal’ es la
primera de este tipo practicada en lo que va de año en
España. A lo largo de 2014 las fuerzas de seguridad
españolas detuvieron a 40 presuntos yihadistas, muchos de
ellos gracias a la colaboración de Marruecos. La primera
operación importante practicada el pasado año en nuestro
país tuvo lugar en marzo, cuando nueve personas fueron
detenidas en el marco de la operación “Azteca”.
Las fuerzas de seguridad arrestaron en mayo, en Melilla,
dentro de la operación “Javer”, tras la cual se dio por
desarticulada una red internacional de captación y envío de
yihadistas para su integración en organizaciones terroristas
asentadas en Mali y Libia. Ya en junio, en el marco de la
operación “Gala”, nueve personas resultaron detenidas en
Madrid por su supuesta relación con la captación y envío de
personas para las filas del Estado Islámico. Entre los
implicados en esta operación se encontraba Lachen Ikassrien,
quien en 2005 llegó a España extraditado por Estados Unidos
y que un año después resultó absuelto en 2006 del delito de
pertenencia a Al Qaeda por el que fue juzgado en la
Audiencia Nacional.En agosto, en el marco de la operación “Kibera”,
dos mujeres, una de ellas menor de edad, fueron detenidas
igualmente cuando pretendían salir de Melilla y entrar en
Marruecos con el propósito de trasladarse a Irak para
enrolarse en el Estado Islámico.En octubre tuvo lugar la
operación “Firewell”, saldada con la detención de nueve
personas (uno en Melilla, el responsable de la célula y 8 en
Marruecos), todos ellos actualmente en prisión por delitos
de integración o colaboración, actividades de captación,
adoctrinamiento, adiestramiento, formación o asistencia a
prácticas de entrenamiento.
La última operación importante contra el yihadismo en España
se produjo el pasado 16 de diciembre con la detención de
seis personas (cuatro en España y dos en Marruecos),
acusadas de formar parte de una red de captación y envío de
combatientes a Siria e Irak.
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