Los tasadores vienen apreciando que se está registrando en
nuestra ciudad un fuerte descenso, de manera generalizada,
en las ventas de viviendas de segunda mano. Una tipología de
vivienda que viene determinada por el hecho de que requiere
financiación y ya se sabe que las entidades financieras hace
tiempo que cerraron el grifo y se ha ralentizado el mercado
en este sector.
De hecho, las propias entidades financieras han acusado el
descenso en los préstamos hipotecarios, ya que si en la
época de la burbuja inmobiliaria, cada entidad crediticia
aportaba a notaría, al menos, cuatro viviendas a la semana,
en la actualidad, se basan mas que nada en novaciones, en
algunos casos o ampliación de hipotecas para facilitar el
pago a sus acreedores. Numerosas gestorias dedicadas a este
tipo de gestiones han prescindido de personal por la falta
de trabajo, al igual que la propia Notaría de Ceuta, en la
que algún empleado se ha marchado al apreciar mejores
perspectivas en otros lugares de la península, como
Barcelona.
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