Un año más, y como ocurriera en 2012, el Debate sobre el
Estado de la Ciudad estuvo ayer marcado por la política
económica. El presidente de la Ciudad defendió de nuevo la
“solvencia” de la administración que dirige y justificó el
“muy notable” incremento de la deuda en lo que a su modo de
ver han sido grandes “avances” en equipamientos y servicios
para que Ceuta superara el “déficit” que afirma arrastraba.
No obstante la situación actual, en la que “la ley y las
circunstancias” le han obligado a dar “un giro de 180
grados” al presupuesto, el presidente promete inversiones
por valor de 75 millones de aquí al final de su mandato.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, hizo ayer un
discurso de apertura del Debate sobre el Estado de la Ciudad
en el que, como en el del año pasado, defendió su gestión
económica, impuesta eso sí, “por la ley y las
circunstancias”. En cuanto al Plan Estratégico, “concebido
para potenciar la actividad productiva y el empleo”, y que
tal como recordó fue aprobado hace prácticamente un año, lo
primero que constató es que no puede presentar “un balance
de grandes realizaciones”, aunque manifestó su “firme
propósito de continuar intentándolo y perseverar”.
Según destacó “de entrada es bueno contar con un foro de
diálogo abierto y sincero para el acercamiento de posturas”
y expresó su confianza en que los pasos que se están dando
“van en la dirección adecuada” y de que “algunos son muy
significativos”. De estos pasos, citó ocho, sin
materializar, y consistentes en “gestiones”, cuando no en
viejas y reiteradas aspiraciones no de esta, sino de
anteriores legislaturas, como la que citó en último lugar,
como “inicio de contactos para solicitar la integración en
la Unión Aduanera” y la creación de un grupo de trabajo para
“mejorar la situación de los polígonos del Tararal”. También
habló el jefe del Ejecutivo ceutí, como uno de esos “pasos”
del Plan Estratégico, del “mantenimiento del esfuerzo en
políticas activas de empleo”.
Vivas considera avances importantes “las gestiones dirigidas
a la actualización de la bonificación y deducción
respectivamente contempladas en el IRPF y en Sociedades, a
efectos de mejorar tanto su seguridad jurídica como su
eficacia para incentivar la inversión y el empleo”. “El
establecimiento de las bases para una posible reforma legal
del IPSI, así como la evaluación de los efectos que ésta
tendría en la presión fiscal y en la competitividad del
comercio” fue otro punto destacado por el presidente, junto
con la “elevación de la propuesta para abaratar los precios
del transporte marítimo”.
Antes de que se lo echara en cara la oposición, Vivas
reconoció el “muy notable” incremento de la deuda en sus
años de Gobierno, que cifra en 150 millones de euros, pero
además de justificarlo en el “avance” que asegura ha dado la
ciudad en materia de equipamientos y servicios, aseguró que
no es “insoportable” porque también crecieron, a razón de
100 millones anuales los ingresos. Además afirma que la
inversión total ha ascendido a 650 millones.
La explicación de las medidas de “ahorro” que asegura haber
aplicado Vivas, junto con los “mayores ingresos” recibidos
fueron otra de las claves del discurso del presidente antes
de que los Grupos de oposición le dieran la réplica y él
hiciera lo propio durante cerca de una hora que se sumó a la
media que tuvo para abrir el debate. Estas medidas de ahorro
han supuesto, dijo “esfuerzos, renuncias y sacrificios para
muchos” por la subida de impuestos y tasas, la amortización
de vacantes y de la “notable” reducción de horas extras,
jornadas especiales y complementos, así como por el recorte
de “ciertas” subvenciones. Vivas cifra el ahorro en 21
millones anuales, sumando, eso sí, “la reducción de gasto y
los mayores ingresos” y, sin computar la “revisión” de
inversiones.
Como argumentos ya esgrimidos en anteriores ocasiones, el
presidente destacó los 1.100 empleos “directos” que asegura
haber creado durante sus mandatos, así como las diferentes
inversiones realizadas en anteriores legislaturas. También
prometió la ejecución de obras por valor de 75 millones en
lo que resta de legislatura, en un adelanto de un plan que
incluye los proyectos del Plan Estatal de Vivienda o el
“adecentamiento” de la Almadraba y el paseo de La Marina
(criticado por los socialistas).
Los otros ejes del discurso de Vivas fueron el Plan de
Empleo juvenil que presentará “en próximas fechas”, así como
las partidas destinadas a políticas sociales, que se elevan,
dijo a 63 millones de euros, el 30% del presupuesto pero
incluyendo los gastos de personal.
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La Ley de Estabilidad Presupuestaria y el pago de facturas
pendientes fueron el “punto definitivo de inflexión” para
frenar el endeudamiento
El “giro de 80 grados en la
política presupuestaria” que el presidente de la Ciudad
afirma es su prioridad viene “impuesto por la ley y las
circunstancias”. “Algunos pueden plantear ¿Si tan
beneficiosa es la regla, por qué no se ha aplicado antes? O
dicho de otra forma: ¿No será que, en relación con el
endeudamiento, el Gobierno defiende una cosa y la contraria,
al mismo tiempo y según convenga?”. Esta es una pregunta que
se lanzó a sí mismo ayer para responder que no. “La política
de endeudamiento de este Gobierno ha estado basada en
razones de legalidad y de oportunidad, en función de las
posibilidades”, explicó, para añadir que quiso “aprovechar
la época de bonanza y de mayores posibilidades crediticias
para corregir los déficits en equipamientos y servicios que
la ciudad arrastraba desde hacía mucho tiempo”. Para
explicar la situación actual, muy distinta, señaló que de
manera paulatina “la crisis, y sus consecuencias, fueron
poniendo en evidencia que no se debía continuar con esta
política, y que no se podía”. El presidente reconoció que el
“punto definitivo de inflexión” fue la obligación legal de
frenar ese endeudamiento y de pagar las facturas pendientes,
cuando en 2012 se dieron “tres hitos muy relevantes”, la
promulgación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y
Sostenibilidad Financiera de las Administraciones Públicas,
la formalización del préstamo ICO para el pago a proveedores
(con 80 millones solicitados por la Ciudad), y la
“confirmación de la imposibilidad de recurrir al crédito
para la financiación de las inversiones”.
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