El abogado Javier Cabillas Martos, que representa a la
acusación particular que ejerce el padre del finado, José
F.S., puso de relieve que “el delito de asesinato parece
claro”.
Bajo su punto de vista, la muerte y las circunstancias
concurrentes “están reconocidas y acreditadas”. En cuanto a
las acusaciones de malos tratos por parte del presunto autor
del crimen, dijo que eran un mero intento de justificación:
“no juzgamos a la familia, sino hechos concretos. Lo único
que pretende es desviar la atención”.
El letrado se mostró sincero en el sentido de mantener su
acusación por asesinato: “el Ministerio Fiscal reconoce como
atenuante el hecho de que el acusado padece síndrome de
Asperger. Si por nuestra parte estuviéramos convencidos, no
tendríamos problema en reconocerlo, pero estamos convencidos
de que no”.
Fue más allá al indicar que el acusado “utiliza el síndrome
de Asperger como carta de presentación. Lo utiliza en su
propio beneficio. Su propia madre declaró que busca las
vueltas para conseguir lo que persigue. Es muy fácil decir
que en el momento del crimen no había tomado la medicación,
pero en el juzgado dijo que tomó el tratamiento un día
antes. Además, en la mochila que portaba después del crimen
se encontraban las pastillas. Él sabía lo que iba a hacer”,
concluyó la acusación particular.
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