El abogado defensor de Ángel José P.C., el presunto autor de
la muerte de su padrastro, Francisco José Forés Pecino, el
26 de mayo de 2010 en el domicilio familiar de la barriada
de San Amaro, realizó ayer un encendido y duro alegato en
torno a los atenuantes que desde su perspectiva deberían
concurrir en torno a su patrocinado. Implicado como abogado
de oficio desde hace dos años en el caso, manifestó que no
logra entender los posicionamientos de la Fiscalía y de la
acusación particular, que quieren que el jurado popular
califiquen el crimen como asesinato. Él defiende que se
trata de un homicidio.
“Ésto es lo que hay y que Dios reparta suerte”. Asi
finalizaba sus conclusiones el letrado defensor del presunto
autor del asesinato de su padrastro, Ángel José P.C., el día
26 de mayo de 2010 en el domicilio familiar de la barriada
de San Amaro.
El letrado Abselam Abderrahaman Maate cerró el turno de
intervenciones previas al cierre de las sesiones del juicio
con jurado popular que se ha venido celebrando desde el
pasado lunes en la sala de vistas de la Sección VI de la
Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, bajo la presidencia
del magistrado Jesús Carlos Bastardés.
Ayer concluyeron las sesiones del juicio y ahora le toca al
jurado popular deliberar y pronunciarse sobre las preguntas
objeto de veredicto que les presentará el presidente de la
sala.
“No logro entender. Se han cebado, se han ensañado”, indicó
el abogado defensor en referencia a las posiciones
respectivas y prácticamente coincidentes del Ministerio
Fiscal y de la acusación particular, que insistieron en que
el joven presunto autor del crimen -tiene 20 años- es
culpable de asesinato. Por contra, Abderrahaman Maate
entiende que es culpable de homicidio, dadas las
particulares condiciones psiquiátricas del acusado, que
padece el síndrome de Asperger, una especie de autismo
atenuado.
“¿Cómo se puede pedir 17 años de cárcel después de escuchar
a los psiquiatras? Tiene mermadas las facultades del
discernimiento y eso lo llevamos diciendo desde el primer
día”, explicó.
Abselam Abderrahaman Maate estaba de turno de oficio cuando
hace dos años le comunicaron que tenía que hacerse cargo de
la defensa de Ángel José P.C., acusado de haber matado a su
padrastro: “pensé: Dios mío, me ha tocado bailar con la más
fea”, dijo ayer en el juicio, gráficamente.
Desde entonces ha conversado mucho con Ángel José de quien
destacó “su soledad, su sufrimiento, su síndrome de
Asperger... Es obsesivo y tiene dificultades en cosas que
requieren planificación. Sólo hay que ver qué llevaba en el
interior de la mochila que se llevó de la casa después de
cometer el crimen: una camiseta de Spiderman, otra con
dibujos posiblemente de Pokémon, una PlayStation... Se quedó
esperando tumbado en un banco y cuando llegó la policía lo
relató todo”. Analizó también la actitud de su defendido en
el juicio, explicando que sus reacciones sin típicas de una
persona enferma.
El letrado defensor recordó que en la jornada del miércoles,
la psiquiatra que trató a Ángel José durante cuatro años
explicó que las consecuencias de que éste no tomara la
medicación que le había sido prescrita podrían ser
“terroríficas”. Cargó las tintas también contra la madre del
acusado, de quien destacó que en la semana anterior al
crimen se había marchado a la Romería del Rocío con su
esposo, el finado Francisco José Forés Pecino, y el hijo que
ambos tenían en común, dejando en su casa al hermanastro de
Ángel José, Daniel, que por aquel entonces era menor de
edad, y al propio acusado, “que estaba en tratamiento, que
él mismo se tenía que administrar los medicamentos. Lo dijo
fríamente. Sólo les digo -espetó al jurado- que lo metan en
prisión o en un centro para que se cure”.
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“La acusación no tiene caso; aquí no hay caso y la petición
de pena es desproporcionada”
El abogado defensor de Ángel José
P.C. no ahorró críticas contra sus “compañeros” del
Ministerio Fiscal y de la acusación particular.
“La acusación no tiene caso. Aquí no hay caso, porque no
llega a discernir libremente”, manifestó en torno a la
petición de pena por asesinato. Tan crítico fue que llegó a
manifestar que es “la primera vez que celebro un juicio con
dos fiscales”, declaró. Para demostrar, desde su
perspectiva, que la petición de 17 años de prisión por
asesinato es “desproporcionada”, llegó a comparar el crimen
de San Amaro con otros dos episodios de muerte violenta. En
el primero recordó un caso en el que “degollaron a una
chica. Al autor le cayeron sobre 12 años. En otro, un crimen
con una escopeta recortada. También le cayeron 12 años. Aquí
se le piden 20 años. Me sorprende esta decisión, porque hay
cosas que hay que sopesar. Decididamente, hay una
desproporción en la petición de pena”. Recordó que la
familia del joven acusado está “desestructurada, con mal
clima de convivencia... Una familia en la que agredir a un
hermano es algo normal. En este juicio -dijo- sobraba la
mitad”.
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