Una joven madre, L.R., fue absuelta ayer por la titular del
Juzgado de lo Penal nº1, Lidia León, de delitos de malos
tratos en el ámbito familiar, al no hallarse pruebas de su
culpabilidad. El hecho se juzgaba a primeras horas de la
mañana en la sala de vistas del edificio Ceuta Center.
También debía comparecer su ex pareja, C.M.O., en el marco
de las diligencias abiertas en procedimiento abreviado por
el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4,
567/2004, y que ayer concluyeron su recorrido en una rápida
vista oral. Los hechos se remiten al día 31 de mayo de 2004.
A pesar de la incomparecencia de uno de los acusados, se
decidió continuar. El juicio comenzó con cierto retraso
debido a ciertos problemas con la red informática en la sala
de vistas. Mientras que la mujer estaba acusada de delitos
de malos tratos -al parecer C.M.O. había sufrido una
contusión en un hombro-, el hombre, por su parte iba a ser
juzgado por dos delitos de faltas: uno de injurias y otro de
malos tratos.
Según se desprendió a lo largo de la vista oral, ambas
faltas habrían prescrito, por lo que la presencia del
acusado era irrelevante y así se consideró, por lo que ahí
concluyó el procedimiento judicial en lo que le atañía.
En cuanto a la acusada, L.R., siguiendo instrucciones de su
letrado defensor, se acogió a su derecho a no declarar. Al
fondo de la sala, su pequeña hija jugaba con una consola de
videojuegos, sonriente y ajena a lo que estaba ocurriendo.
Como consecuencia de que no se pudo obtener prueba
documental alguna de que la mujer hubiera agredido a su
pareja, el Ministerio Fiscal advirtió de dicha circunstancia
y solicitó una sentencia absolutoria para la mujer, al igual
que hizo el abogado defensor de la misma. La juez declaró de
oficio las costas procesales. No hubo voluntad de recurrir
la sentencia, que aún no es firme.
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