Mientras para Caballas, el plan de pago a proveedores
supone, de facto, la “intervención” de las cuentas públicas
locales por parte del Gobierno de la Nación, a través del
Plan de Ajuste con el que se quiere garantizar la devolución
del crédito ICO, para el PSOE, que coincidió con el otro
grupo de oposición en verlo también como una “hipoteca”, va
a ser un “serio condicionante”. Así lo describió el
socialista José María Mas, mientras que para Aróstegui, que
acusó a la Ciudad de “despilfarro”, su política “ha
consumido los recursos de 10 años para atrás y 10 para
adelante”.
Mas criticó que con un “potente aparato recaudatorio” , se
haya llegado a esta situación y se haya generado una deuda
en intereses que los socialistas cifran en 75 millones de
euros. También lamentó la “falta de calidad democrática” al
no disponer de tiempo para hacer aportaciones al plan.
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