“No vamos a continuar porque no tenemos ganas; sólo queremos
que Carlos se recupere”. El rostro de consternación del
presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, al suspender ayer
el acto central del Día de la Autonomía resumía la
desolación de los presentes en las Murallas Reales. El
desvanecimiento de Carlos Chocrón, Medalla de la Autonomía,
cuando terminaba de pronunciar su discurso de agradecimiento
dejó consternado al auditorio. Cuando la ambulancia
trasladaba a Chocrón al hospital, el presidente, con todos
los representantes de la Asamblea de acuerdo, anunció al
público la suspensión del resto del programa.
“No vamos a continuar porque no tenemos ganas; sólo queremos
que Carlos se recupere”. El rostro de consternación del
presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, al suspender ayer
el acto central del Día de la Autonomía resumía la
desolación de todos los presentes en la Plaza de Armas de
las Murallas Reales. El desvanecimiento de Carlos Chocrón,
Medalla de la Autonomía, cuando terminaba de pronunciar su
discurso de recibimiento del galardón dejó consternado al
auditorio tras unos primeros segundos de desconcierto y
estupor.
El suceso tuvo lugar apenas media hora después de iniciarse
el acto, que este año se había adelantado a las 19.45 horas,
en lugar de celebrarse a partir de las 20.30 horas a
petición de la comunidad musulmana por su coincidencia con
la ruptura del ayuno del Ramadán.
Hasta el momento en el que se produjo el desvanecimiento de
Carlos Chocrón, en el escenario sólo se había producido la
lectura por parte de la secretaria general de la Ciudad
Autónoma de los acuerdos de concesión de las cinco Medallas
de la Autonomía de este año y la entrega a dos de los
galardonados, Mohamed Abdeselam Mohamed Stitu, de la
Asociación de Enfermos de Parkinson -que delegó su
intervención en una sobrina-, y el rector de la Universidad
de Granada, Francisco González, en nombre de la institución.
Discurso
En medio de un calor aún sofocante a pesar de que ya había
caído el sol, Carlos Chocrón se dispuso a pronunciar sus
palabras de agradecimiento por el galardón. El joyero logró
completar su disertación sin problemas, muy emocionado, eso
sí, en algunos de los momentos de su discurso, sobre todo,
en los pasajes dedicados a su familia, y cuando había
finalizado y se disponía a retirarse del escenario, realizó
un giro sobre sí mismo que después comentarían muchos de los
presentes como lo último que recordaban antes de que cayera
desplomado.
En los primeros momentos el estupor se apoderó de todos los
presentes, desde las principales autoridades civiles,
militares y religiosas de la ciudad a los miembros del
Gobierno autonómico, representantes políticos de la Asamblea
y la sociedad ceutí, así como entre los miembros de la
delegación canaria invitados a este Día de Ceuta y
encabezados por el vicepresidente de la Comunidad Autónoma,
José Manuel Soria. Los familiares del homenajeado, entre los
que se encontraban su mujer y su hijo, fueron rodeados de
sus seres queridos y amigos, con los que el joyero contaba
multitud entre quienes se reunieron en las Murallas Reales,
para apoyarles en tan dura situación.
Inmediatamente se activó la dotación de emergencias de Cruz
Roja desplegada en todos los actos públicos. Además de este
personal sanitario, Chocrón fue atendido por varios médicos
asistentes al acto del Día de Ceuta, algunos de los
presentes decían que hasta cinco. Entre estos facultativos
estaba el prestigioso cardiólogo del hospital Carlos III de
Madrid Jesús del Real, quien el pasado año recibió una de
las Medallas de la Autonomía.
El gran remolino de gente que, preocupada por la situación
de Chocrón, se produjo en torno al enfermo, obligó a los
sanitarios de Cruz Roja a rogar el mantenimiento de un
espacio suficiente para poder atender de forma conveniente
al enfermo. Los maceros y otro personal vestido de gala que
se encontraba en el escenario facilitaron las primeras
labores de los médicos, a los que se sumó una dotación del
061 formada por una ambulancia de Soporte Vital Básico y la
Unidad Médica de Urgencia (UME).
Entre el desvanecimiento y el traslado al hospital de
Chocrón, ya con la respiración recuperada tras la parada
cardio-respiratoria que sufrió, transcurrió cerca de media
hora. Los profesionales médicos y sanitarios se afanaron en
las labores de recuperación del enfermo hasta que lograron
estabilizarlo para su traslado al Hospital Universitario.
Uno de los momentos más emotivos se vivió cuando Carlos
Chocrón era introducido en la ambulancia y despedido con un
caluroso aplauso por todos los presentes. Sin solución de
continuidad, el presidente Vivas anunciaba la suspensión del
acto en las Murallas Reales.
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