Las atracciones de la Feria son “excesivamente caras”. Así
lo consideran los padres ceutíes que además han tasado el
gasto medio por hijo en 20 y 30 euros diarios añadiendo a
los cacharritos otros caprichos como los algodones de azúcar
o la tómbola, por lo que auguraron largas colas en el Día
del Niño, celebrado en la jornada de ayer.
El coste de las atracciones de la Feria ha sido uno de los
primeros puntos de crítica de los ceutíes, considerando que
son “excesivamente caras” teniendo en cuenta los tiempos de
crisis que corren.
Desde tres y hasta cuatro euros y medio puede suponer un
paseo en pony, un viaje en el tren de la escoba o la
conducción en los autos locos; precio que se multiplica por
el número de hijos de una familia o las repeticiones que por
atracción de efectúen. “Sólo en un niño se te van entre 20 y
30 euros diarios por lo que te replanteas bajar menos días
al recinto ferial porque al pequeño no le vas a negar un
capricho cuando la Feria es una vez al año”, comentaban, por
la Calle del Infierno, los ceutíes.
Durante la jornada de ayer tuvo lugar el tradicional Día del
Niño por lo que los precios de las atracciones quedaron
rebajados a 1,50 y 2 euros gracias al acuerdo suscrito entre
las Consejería de Educación, Cultura y Mujer y la Asociación
de Feriantes. Sin embargo, muchos prefirieron no
experimentar las largas colas que repletaron las taquillas.
“Se reduce el coste del cacharrito pero la realidad es que
los niños no pueden subir cuantas veces deseen ya que puedes
esperar incluso 20 minutos. Por no decir que es día entre
semana y muchos padres tienen que trabajar y no pueden
llevar a sus hijos a la Feria”, argumentó una abuela ceutí.
Pese a los tiempos que corren, lo que sí tienen muy claro
los padres y madres ceutíes es que las Fiestas Patronales
son una vez al año y los más pequeños de la casa “te exigen
que vengan. Seleccionas los cacharritos, vienes dos días o
tres en lugar de los siete y a final de mes, te aprietas el
cinturón porque no hay nada mejor que ver cómo se divierten,
se ríen y completan las vacaciones”. Además, tampoco son
pocos los adultos que deciden pegarse una escapada a la
Calle del Infierno y gozar de unos minutos de adrenalina y
desenfreno en las atracciones más arriesgadas.
Bocinas sonando, música a todo volumen y risas aseguradas,
eso sí, los bolsillos medio llenos porque las Fiestas
Patronales acaban de empezar.
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