El recinto ferial permanece lleno, como cada año en época de
Fiestas Patronales, desde antes incluso de que anochezca
hasta altísimas horas de la madrugada. Todos los ceutíes se
lanzaron anoche, una vez más, a vivir la Feria caballa
ataviados con sus trajes populares. Las atracciones y las
casetas permanecieron abarrotadas hasta casi el amanecer.
Desde antes incluso de que termine de anochecer el recinto
ferial ya se encuentra abarrotado de ceutíes en busca de
diversión y de pasar un buen rato en compañía de la familia
y de los amigos. Y la fiesta, y eso lo saben todos los
caballas, dura hasta las tantas. O las tantísimas.
Todas las calles en las que se despliegan las Fiestas
Patronales fueron recorridas sin cesar por familias al
completo, por amigos que se han reencontrado con las
vacaciones de verano, por jóvenes que trasladaron sus
habituales lugares de diversión de los fines de semana desde
el Poblado Marinero a las casetas, por ceutíes en busca de
la marcha de los espectáculos musicales y también, por
supuesto, por aventureros en busca de las emociones fuertes
que brindan las atracciones.
Trajes típicos
Fueron muchos vecinos los que eligieron acudir a las Fiestas
Patronales de este año 2010 haciendo gala de sus trajes
típicos para no olvidar las costumbres y tradiciones propias
de la idiosincracia de estas fiestas. Especialmente, los de
flamenca destacaron por ser notablemente numerosos; estos
trajes se encargaron de poner un colorido especial al
recinto ferial, al cual tintaron con un cálido mar de
lunares y de adornos y accesorios florales.
La gastronomía ocupó también, por supuesto, un lugar
destacado en la Feria ceutí. Todas las casetas y los puestos
de comida estuvieron repletos de comensales. Los platos
estrella fueron, una vez más, los típicos de la cocina
caballa: desde los clásicos corazones hasta los mejores
productos del mar se dieron la mano con las habituales tapas
variadas. El toque dulce lo pusieron, por supuesto, los
puestos de buñuelos y de gofres, las casetas de venta de
turrones y otros chocolates y los tenderetes de coco fresco
y granizadas.
Y hoy, los caballas volverán a por más.
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