“El feminismo es un movimiento que intenta cambio sociales
mientras que la religión va por otro cauce”. Estableciendo
esta diferencia inició su debate Sony Vashdev sobre ‘La
posición de la mujer hindú; desde la religión a la cultura’
dejando patente que el papel de la mujer es complementario y
no secundario en el hinduismo.
Según la experta, la reivindicación más que social es
económica, justificando que al ser empresaria, “creo que la
posición de la mujer mejoraría muchísimo si alcanzara
puestos de relevancia dentro del ámbito político y
económico, que sigue siendo manipulado por hombres”. Aunque
dentro de la religión no se habla de discriminación ya que
la base de todo es el alma, que no tiene “sexo”. Los
movimientos feministas en La India luchan por combatir la
explotación de las mujeres, se expresan contra el aborto
selectivo, e incluso el Gobierno es el que fomenta la
educación de los niños. Por ello, concluía, “las claves
están en la educación, la formación y la independencia
económica, que te hace sentir que no vas a ser discriminado
ni ignorado”.
La trata de seres humanos o la violencia de género son
enemigos comunes a todas las religiones pero en el hinduismo
suele afectar “a zonas rurales y pobres, con mujeres
analfabetas, y ahora somos conscientes de que es necesario
dictar normas y leyes que igualen las posiciones”, añadió.
Con respecto al hombre hindú, la conferenciante confesó que
la superstición lo hace ser muy respetuoso. “En la mitología
aparecen deidades masculinas y femeninas, entonces nunca se
habla de inferioridad, ya que los dioses están
complementados”.
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