El Día de la Mochila continúa siendo una tradición histórica
y familiar en la ciudad autónoma. Así lo conciben los
propios ceutíes, que desde tempranas horas de ayer y en
previsión a las buenas temperaturas esperadas el fin de
semana, no dudaron en trasladar sus aposentos a los montes
de García Aldave y el Hacho.
Una cita al aire libre donde la acampada en convivencia con
la naturaleza no sólo sirve para desconectar de la rutina
diaria y la diversión de los pequeños de la casa, sino como
un recuerdo y nostalgia hacia los seres queridos. “Venimos
siempre que podemos porque nos gusta pasarlo bien y si
asiste toda la familia, mejor, con las castañitas, las
nueces y la cerveza. Es un día para pasar en el campo en vez
del cementerio aunque antes o después, siempre hay que
visitar a las personas que ya no están, por desgracia”,
relató David Arriaga.
Frutos secos, castañas, nueces, pistachos e incluso los
dulces típicos de Todos los Santos también protagonizan una
velada que durante estos días cobra vida a través de cuentos
y leyendas en la que coincide noche de Halloween. “Esta
fecha es muy señalada para los caballas porque se disfruta
del campo, nos comemos la mochila y estamos en familia con
la típica tortilla de patatas y los filetes empanados. Los
niños se lo pasan muy bien y además en los colegios los
disfrazan por Halloween, así que estos días están
encantados”, argumentó Gema Morales.
Esta familia no dudó en coger un buen sitio en los aledaños
de García Aldave ya que esperan pasar todo un fin de semana
de descanso y en la mejor de las compañías.
|