Ceuta cuenta con un entorno natural privilegiado dada su
situación geográfica, que le confieren una gran cantidad de
especies vegetales pese a sus reducidas dimensiones. En un
perímetro de 28 kilómetros, se encuentran varias zonas de
montaña, que alcanzan un máximo de 345 kilómetros de
altitud, en contraste con las playas bañadas por el
Atlántico y el Mediterráneo.
Más de un 60% del territorio de Ceuta es considerado zona
forestal, a diferencia de la ciudad autónoma de Melilla, que
cuenta tan sólo con un 6% de suelo ocupado por vegetación
natural. Por tanto los ciudadanos ceutíes deben apreciar más
incluso, su oportunidad de disfrutar de zonas verdes en su
ciudad. Pero tampoco hay que olvidar que en el presente
contamos tan solo con vestigios de lo que en su día fue una
naturaleza mucho más floreciente, de hecho hoy en día menos
del 5% de los montes arbolados de Ceuta son verdaderos
bosques.
La situación de los bosques en Ceuta ha cambiado
dramáticamente, y si hace unos dos mil años este territorio
era descrito como una región completamente cubierta por
grandes árboles, la fuerte explotación llevó a la
degradación del bosque autóctono, formado originalmente por
alcornoques y quejigos.
De 520 hectáreas de alcornocal que poblaban las laderas
montañosas orientadas al norte (desde el Arroyo del Infierno
hasta Benzú) a finales del siglo XIX, hoy únicamente
sobreviven 15 hectáreas. El resto de superficie de montaña
está hoy poblada por especies no originarias de esta zona,
como lo son los eucaliptos y los pinos, que ocupan 250
hectáreas y 95 hectáreas respectivamente.
Los incendios forestales
Una de las mayores amenazas para la conservación de los
bosques son los incendios forestales. En días como el de la
Mochila, es importante recordar que más del 90% de los
mismos tienen como origen causas relacionadas con la
intervención humana, en su mayoría negligencias o despistes
involuntarios que pueden acabar en desgracia.
Las pérdidas económicas originadas por incendios, no son
comparables a las medioambientales, puesto que un bosque
puede tardar más de 120 años en recuperarse tras un
incendio: el monte bajo se crea entre los 10 y 15 años, se
necesitan 15 o 20 años más para desarrollar un estrato
arbóreo, y entre 30 y 40 años más para que crezca un
matorral arbolado de dimensiones regulares, la restauración
definitiva tardaría todavía unos 50 años más.
Hay que recordar el valor de nuestros bosques: ellos
proporcionan oxígeno, retienen y atraen agua, combaten la
erosión y albergan y mantienen la diversidad biológica.
Labores previas
La Consejería de Medio Ambiente ha realizado diversas
labores de saneamiento y mantenimiento de los espacios
forestales, para acondicionarlos a la llegada de los cientos
de ceutíes en el Día de la Mochila. Se ha llevado a cabo un
acondicionamiento de los merenderos de Calamocarro e Isabel
II, talando ramas y limpiando la zona de elementos
peligrosos. Además se ha revisado la señalización del campo
exterior, en concreto el buen estado de los carteles
informativos. Obimasa ha editado también carteles cuyo lema
es “Evitar los incendios está en nuestras manos”, y un
tríptico informativo que ha repartido en los centros
escolares ceutíes. Durante el día de hoy, personal de
Obimasa y voluntarios proveerán a quienes acudan a pasar el
día en el monte de bolsas de basura para poder mantener el
espacio limpio.
Consejos
Para evitar que surjan situaciones peligrosas es importante
no encender fuego en zonas forestales ni en sus
inmediaciones. La consejería de Medio Ambiente de Ceuta
prohíbe de hecho hacer fogatas, hogueras y barbacoas,
incluso si se realizan en zonas habilitadas. Recordar no
arrojar en ningún lugar colillas ni cerillas encendidas.
También hay que evitar arrojar basura o desperdicios que
pudieran provocar o favorecer la propagación del fuego. Es
recomendable no permanecer pasivo ante las
irresponsabilidades de otras personas que puedan poner en
riesgo el medio ambiente, denunciando estas imprudencias.
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Medio Ambiente recuerda la prohibición de hacer fuego,
hogueras y barbacoas
La Consejería de Medio Ambiente
aprobó el 8 de junio de 2007 un decreto por el que se
prohíbe hacer fuego con carácter general desde el 1 de junio
hasta el 1 de noviembre (ambos inclusive), en todo terreno
de vocación forestal (Campo exterior y Monte Hacho), así
como zonas periurbanas de la ciudad.
El texto prohíbe en concreto la quema de rastrojos y
residuos de cualquier tipo, hacer fogatas, hogueras y
barbacoas, incluso si se realizan en zonas recreativas o
habilitadas para acampadas. Por último, el decreto prohíbe
eliminar cualquier tipo de residuo mediante quema al aire
libre. Para que todos los que acudan al monte respeten estas
normas, habrá mayor vigilancia policial y medioambiental, y
se podrán encontrar contenedores en la zona.
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