La Dirección Técnica de Acemsa decidió parar un módulo de la
planta desalinizadora en febrero y acordó reactivarlo en
junio, cuando las reservas en los pantanos del Renegado y el
Infierno ascendían a 1,5 millones de metros cúbicos de agua.
Según sus previsiones, basadas en lo sucedido durante los
cinco años anteriores, aunque durante los meses siguientes
no cayese ni una sola gota de agua sobre Ceuta en ambos
embalses deberían quedar ahora algo más de 600.000 metros
cúbicos de agua.
La realidad es, sin embargo, que sólo quedan 280.000,
contando con la reserva estratégica, que asciende a 250.000
metros cúbicos.
¿Qué ha sucedido para que los planes de Acemsa se viniesen
abajo? Dos errores de cálculo sólo atribuibles a los
imprevistos. La empresa municipal del agua calculó que cada
día del verano sería necesario aportar a la red de
distribución para su consumo 30.000 metros cúbicos, 22.000
de los cuales saldrían directamente de la desaladora.
Sin embargo, explicó ayer la consejera de Medio Ambiente,
Yolanda Bel, tras diez días sobrevolando a su alrededor la
polémica de la gestión hídrica, diferentes averías
destrozaron sus expectativas. Así, a partir de junio “la
realidad superó toda planificación”. Esto es, el consumo
diario creció hasta 32.100 metros cúbicos a causa de
“averías en la red de distribución imposibles de reparar”
sin pérdidas y la producción de la desalinizadora cayó hasta
20.684 metros cúbicos por la misma razón: averías.
Así las cosas, en septiembre, Acemsa encontró dos medidas
para hacer frente a la situación a la espera de que llueva:
reducir la presión del agua que se suministra a las
viviendas en horario nocturno e iniciar los trabajos de
preparación de canalizaciones por si llega a ser necesario
contratar un buque aljibe que surta de agua a los dos
embalses de García Aldave.
Eso es lo que dice el informe técnico que la presidenta del
Consejo de Administración de Acemsa leyó ayer ante los
diputados de la Asamblea después de que UDCE-IU y el Grupo
Socialista le planteasen sendas interpelaciones sobre esta
cuestión.
Serio pero sin vehemencia, o al menos por debajo de su nivel
habitual, Ali quiso hablar y pedir explicaciones “desde la
responsabilidad y el sosiego”, posición a la que Bel
respondió con dulzura y elogios. Las banderillas cayeron
entonces sobre el PSOE y su portavoz, Inmaculada Ramírez,
que llevan semanas denunciando este tema. La consejera cargó
contra ellos por usar este tema con fines partidistas y se
mofó de su incapacidad para hacer las operaciones
matemáticas básicas.
Ramírez, desde su sillón, reiteró que la gestión de la
Ciudad ha sido “negligente”, repitió que se ha estado
tirando al mar agua de la desaladora por no parar módulos
cuando se podía hacerlo y subrayó que, cuando se podía
prever que era un riesgo hacerlo, se hizo, por lo que exigió
responsabilidades políticas al responsable de “dejar a
75.000 personas en riesgo de quedarse sin agua”.
|
Carracao tilda de “decepcionante” la explicación del
Gobierno
El secretario general del PSOE de
Ceuta calificó ayer de “decepcionante” tanto la intervención
de anteayer de Juan Vivas como la de ayer en Pleno de
Yolanda Bel sobre la falta de agua en los pantanos de la
ciudad para encarar octubre con garantías. “Ha sido la
intervención más decepcionante que le he escuchado”, lamentó
sobre la del presidente, al que acusó de “abusar de la
manipulación oficial” y de “hacer dejación de funciones
señalando a los técnicos como responsables”. “Cada vez
parece que se toma menos en serio el trabajo de alcalde y
más el de presidente para codearse con la alta política
nacional”, criticó el líder socialista, que describió como
una “muy mala gestión” la hecha con las reservas hídricas e
invitó a la Ciudad a pedirle a la Confederación Hidrográfica
del Guadalquivir que le permita usar la reserva de los
embases más allá del límite establecido.
|