Entre las negras previsiones de Ali, que previó sin dudar
que la Ciudad cerrará este año su liquidación del ejercicio
con números ojos, algo que no negó que pueda ocurrir
Márquez, y las explicaciones de este último sobre los
efectos colaterales que la crisis ha tenido sobre los
capítulos de gastos (menos pago de intereses) e ingresos
(caída de todas las fuentes excepto el IPSI), el Pleno de la
Asamblea aprobó ayer su tercer expediente de modificación de
créditos del ejercicio para destinar esas partidas
adicionales a enjugar el déficit previsto (que asciende a 17
millones) y a inyectar más dinero para satisfacer
“necesidades de la ciudadanía”.
El día en que Márquez dio marcha atrás y declinó llevar al
Pleno el debate sobre cuál es la deuda viva de la Ciudad con
las entidades bancarias sirvió también para que la Cámara
autonómica pasase revista a los daños causados por
“situación económica excepcional” que atraviesa Ceuta,
España y buena parte del mundo en el Presupuesto de la
Administración autonómica para este año. Lo hizo entre la
posición prudente del consejero de Hacienda y los negros
vaticinios económicos del líder de la oposición, Mohamed Ali
(UDCE-IU), en el análisis de un punto, el séptimo del Orden
del Día, en el que Francisco Márquez defendió la
reasignación de ingresos y menos gastos que según prevé
propiciará la recepción de los fondos adicionales que
reportará a la Ciudad el nuevo sistema de financiación
autonómica (10,5 millones este ejercicio), el ahorro en
costes financieros que genera la bajada de los tipos de
interés (1,7 millones), lo que se espera recibir del Estado
por las obras de emergencia a causa del temporal del año
pasado (unos 3 millones) y haber recurrido al déficit del
0,75% del PIB regional que autorizó el Estado (más o menos,
otros 10 millones).
En resumidas cuentas, Márquez explicó que la Ciudad dispone
o tiene la seguridad de que dispondrá antes de final de año
de esos veintitantos millones de euros y desgranó el destino
que se les piensa dar.
De acuerdo con su exposición la parte del león irá a cubrir
los agujeros que en el apartado de ingresos ha dejado la
crisis económica y su repercusión sobre la evolución de la
recaudación de la participación de Ceuta en los tributos del
Estado o de diferentes tasas municipales. En total, según
Servicios Tributarios, los recortes ascenderán a 17 millones
de euros.
Unos 700.000 euros irán a parar a “obras públicas diversas”
que permitirán urbanizar el vial de acceso a El Pinar y
mejorar las instalaciones deportivas de la Policía Local.
Casi el doble, 1,3 millones), caerá en la bolsa de Acemsa
para que pueda seguir invirtiendo en las redes de
saneamiento y abastecimiento de agua.
Algo más, millón y medio, lo recibirá Emvicesa “para
terminar promociones que precisaban de financiación extra”.
Además, se reforzará el presupuesto destinado a crear nuevas
plazas de guardería, el de diferentes servicios públicos y
el de gastos corrientes.
“Falta de previsión”
Cuando le tocó hacer uso de la palabra UDCE-IU denunció la
“falta de previsión y de prioridades” del Ejecutivo local,
al que afeó que ahora quiera reforzar el presupuesto para
guarderías “cuando era sabido, y así se lo dijimos hace
tiemp, que era insuficiente”. “O se equivocó o hizo una mala
previsión”, insistió Ali a Märquez, al que exigió que ponga
orden en los modificado de obras que elevan su coste inicial
“de forma sistemática y sin aparente control, rigor o
resposnabilidad” y al que acusó de no hacer “nada” para que
Ceuta cuente con fuentes de ingresos propias “más allá de la
dependencia del Estado que por fin hoy ha reconocido que
existe”.
Márquez, claro, negó la mayor y pidió a Ali que “por
responsabilidad” no usase tal término, claro, también sin
éxito, pues en la dúplica el de la oposición le reprochó su
deseo de “ocultar la realidad”. El consejero, por su parte,
tachó el discurso de Ali de “deslavazado”, incoherente y sin
hilo argumental alguno.
“Esto mismo podría haberlo dicho en el debate de cualquier
otro punto del día y en cualquier otro Pleno”, lamentó
Márquez, que dijo desear que Ali “nunca tenga una
responsabilidad de gestión”. “Si así fuera vería que los
Presupuestos y los modificados son una realidad que, a
veces, es necesario y legal modificar con los
correspondientes informes técnicos que lo avalen”, contestó.
Más tarde, después de que UDCE-IU retomase su línea crítica
para advertir al Ejecutivo de que está repartiendo un dinero
“del que aún no dispone [el acuerdo sobre la financiación
autonómica aún debe superar el trámite parlamentario]”, el
consejero arremetió contra su “deriva demagógica y
grandilocuente que impide cualquier debate serio” y defendió
sus propuestas para mejorar la economía de la ciudad y sus
propias fuentes de recursos: la reforma del REF, la
inversión en equipamientos, la urbanización del polígono
industrial de Loma Larga...
“No hay peor ciego que el que no quiere ver, y usted parece
estar poniéndose un velo”, terminó lamentando Márquez.
“Estamos usando el dinero de la financiación autonómica como
el resto de gobiernos autonómicos, para enjugar el déficit
que ha generado la crisis económica y para destinar el resto
a cubrir diferentes necesidades de la ciudadanía”, resumió.
La portavoz socialista en la Asamblea, Inmaculada Ramírez,
rehusó utilizar la palabra durante el debate de este punto.
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