El delegado del Gobierno en Ceuta, José Fernández Chacón,
aprovechó la celebración del XXX aniversario de la
Constitución, que como ya viene siendo tradición se celebró
conjuntamente por las dos Administraciones, para realizar
una encendida defensa del desarrollo que a todos los niveles
ha reportado a España y a los españoles estas tres últimas
décadas y para hacer una llamada a que el diálogo y el
consenso sigan siendo las pautas de acción política que
permitan al país seguir haciendo frente a los cambios
democráticos y “perder el miedo al diálogo constructivo y al
progreso de nuestra sociedad actual”.
Gaditano con maneras del norte, el delegado del Gobierno no
es de los políticos que se van por las armas y prosiguen
inmunes al bostezo. Claro y conciso, en nueve folios escasos
Fernández Chacón resumió ayer lo que es para él y para el
Gobierno al que representa la Constitución, un “motivo de
orgullo” para todos los españoles que según destacó “está
forjada en los valores de la libertad, la justicia y la
solidaridad como obligada referencia básica para entender lo
que hoy es España y lo que somos los españoles por el
diálogo y el consenso de todos”. “Estos treinta años de
vigencia de nuestra Constitución lo han sido también de
crecimiento en bienestar, en derechos y libertades, en
justicia y en solidaridad, por lo que hoy estamos en plenas
condiciones para asumir los retos propios de una sociedad
madura y democrática, plenamente integrada en Europa”, se
congratuló el político socialista en la parte del discurso
en que no aludió al terrorismo ni a sus víctimas en la
ciudad.
Fernández Chacón aprovechó su discurso para hacer también
didáctica de país y elogio de la pluralidad: “Hoy
disfrutamos de un sistema de derechos que no tiene nada ver
con la España de hace 30 años y es así gracias a la
Constitución, que ha logrado hacer compatible la unidad
política y económica de España con su propia pluralidad”,
apunto el utrerano, quien no obvió recordar que “la gestión
de lo plural rechaza el concepto del poder como imposición”.
Por ello llamó también a perder el miedo “al diálogo
constructivo” y “al progreso de nuestra sociedad”, que entre
otras cosas durante los últimos años ha visto la unificación
europea, la revolución social femenina, la eclosión del
fenómeno migratorio y la generalización de las nuevas
tecnologías, sólo unos pocos de todos esos “problemas que se
suscitan de manera cotidiana y a los que las
Administraciones Públicas tienen la obligación de dar
respuesta”.
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