El delegado del Gobierno José Chacón; el presidente de la
Ciudad, Juan Vivas; y la delegada de la Asociación de
Víctimas del Terrorismo en Ceuta, Teresa García de Vinuesa
fueron ayer con sus palabras los protagonistas del acto
institucional conjunto organizado para celebrar el trigésimo
aniversario de la Constitución, evento que fue aprovechado
para homenajear a las víctimas de la sinrazón.
El delegado del Gobierno en Ceuta, José Fernández Chacón, y
el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, dedicaron ayer el
grueso de sus discursos institucionales con motivo del Día
de la Constitución, que ayer cumplió 30 años desde que fue
refrendada por el pueblo español, para rendir un sentido
homenaje a las víctimas del terrorismo y exhibir “unidad y
firmeza” democrática ante los violentos. Lo hicieron con
términos similares y algún matiz diferencial como el que
introdujo el líder del Ejecutivo autonómico, que cerró el
acto celebrado en el Salón del Trono de la Asamblea haciendo
una llamada a modificar la legislación para que los etarras
se vean obligados al cumplimiento íntegro de sus penas de
prisión.
En su discurso, el delegado hilvanó la obligación de las
Administraciones Públicas de hacer frente tanto a “los
problemas que se suscitan de manera cotidiana” como a
aquellos, mucho más graves, como es el caso del terrorismo,
que permanecen como un inasumible recuerdo de otras épocas
de sinrazón y barbarie sin encaje en el actual marco
constitucional.
“En esta nueva realidad social cambiante tenemos que empeñar
nuestros mejores recursos individuales y colectivos para
afrontar con decisión y firmeza situaciones lacerantes
provocadas por la amenaza constante del terrorismo”, subrayó
Fernández Chacón, que hizo un alto en su perorata para
mostrar su “apoyo, afecto y solidaridad” a la familia de
Ignacio Uría, el último asesinado por ETA, esta misma
semana, y hacer extensivo su gesto “a todas las víctimas del
terrorismo”.
Marcado el gesto, Chacón viró sus palabras para dejar
patente su convicción de que la pelea contra los bárbaros
será ganada por los demócratas: “El Estado, el Gobierno y
las Fuerzas de Seguridad [después nombró también “a todos
los servicios de Inteligencia”] trabajan cada día para
preservar la libertad y la segurida de los ciudadanos, y los
terroristas asesinos saben que la suerte que les espera más
pronto que tarde es la cárcel”, avisó.
En términos políticos, el socialista volvió a reclamar
“unidad” y “consenso” a los partidos y “participación
activa” a la ciudadanía “para combatir y deslegitimar a los
violentos”, tanto a los que buscan la coartada política como
a los que protagonizan la “execrable lacra social” del
maltrato doméstico.
El presidente Vivas también reservó buena parte de su
discurso para glosar el homenaje organizado “a todas”,
subrayó alzando el tono, “las víctimas del terrorismo. “Un
homenaje plenamente justificado, sincero y auténtico”, dijo
el líder del Ejecutivo autonómico, que quiso sumar como
coautores de esta parte de su intervención a los portavoces
del resto de grupos con representación institucional y “a
todo el arco político de Ceuta”, la práctica totalidad de
cuyos líderes se encontraban en la sala junto a las víctimas
ceutíes y sus familiares y a representantes de todos los
estamentos sociales, económicos, religiosos y militares de
la ciudad.
“Que cumplan”
Ante todos ellos, Vivas enlazó con sutileza la celebración
del Día de la Constitución con el homenaje a las víctimas,
el mejor ejamplo posible de que “aunque la Constitución no
va contra nadie sí se posiciona claramente contra el
terrorismo”, dijo.
“El terrorismo ataca como un azote vil, asesina, mata y
genera víctimas inocentes”, condenó el presidente, quien
recordó los cientos de víctimas inocentes, “hombres, mujeres
y niños de cualquier ideología, condición, ocupación y
rincón de España”. “El conjunto de la sociedad ceutí le
quiere rendir hoy su respaldo, su cariño, su respeto y su
consideración permanente a todos ellos”, concluyó su
tributo.
A renglón seguido, envió “un mensaje” a los terroristas “de
unidad en nuestras convicciones democráticas y de compromiso
para utilizar todos los cauces que la ley y el Estado de
Derecho permiten para que los terroristas y quienes les
amparan cumplan con todo rigor por los delitos y los
crímenes que han cometido”.
El cumplimiento íntegro de las penas, hasta un máximo de 40
años de cárcel, que PP y PSOE pactaron en 2003, sólo afecta
a los que han sido juzgados desde que entró en vigor la
reforma.
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