En su quinta visita a Ceuta como tal la ministra Elena
Salgado, titular ahora de la cartera de Administraciones
Públicas, aseguró ayer en la Delegación del Gobierno en
Ceuta que el Ejecutivo socialista tiene la intención de
“reforzar” estas instituciones “con más medios y recursos”.
“Durante la pasada legislatura se implantaron varias medidas
para mejorar la calidad de los servicios públicos y su
accesibilidad por vía presencial o electrónica; ahora es el
momento de fortalecer y mejorar la coordinación
interministerial en cada territorio, papel que deben jugar
los delegados”, resumió durante su discurso.
En ese contexto Salgado destacó las delegaciones de Ceuta y
Melilla, responsables directas de la aplicación de las
políticas de Sanidad y Educación, como aquellas que
requerirán “un mayor esfuerzo económico” para desempeñar ese
papel de enlace y coordinación entre las distintas áreas del
Gobierno central con el propósito de “mejorar el bienestar y
la calidad de vida de los ciudadanos, objetivo común de
todas las administraciones”.
“Las tareas que desarrollan los delegados son fundamentales
en nuestro Estado, pero no siempre se perciben así”, lamentó
Salgado, quien recordó que entre sus competencias se cuentan
“la aplicación de las esenciales políticas del Estado para
el bienestar de los ciudadanos” y “quienes transmiten al
Consejo de Ministros las inquietudes, las necesidades y las
expectativas de los ciudadanos”.
“Su proximidad a la ciudadanía tiene un valor esencial que
hace que el Gobierno desee fortalecer su presencia en cada
territorio”, completó su argumentario antes de destacar el
“fundamental” papel de las delegaciones “en el clima de
cooperación y lealtad institucional entre instituciones,
marco en el que la actuación de Fernández Chacón será
también fundamental”.
La ministra resaltó la “transformación positiva” que a su
juicio se aprecia en Ceuta y destacó el aval que supone para
el nuevo delegado su “experiencia” en ese mismo puesto
durante los últimos cuatro años en Melilla antes de dedicar
también unas palabras cariñosas para el delegado saliente,
García Arreciado, un “viejo amigo” del que alabó la
“ilusión, eficacia y dedicación” con que se ha entregado a
su trabajo desde que tomó posesión del cargo, en junio de
2006.
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