Al
menos una quincena de ellos no
pueden abrir sus comercios hasta
que cierra el paso fronterizo debido
a las aglomeraciones de porteadores.
Cerrar o aguantar. Ése es el dilema que se plantean los
empresarios del polígono de El Tarajal que, cada día, ven
cómo pierden dinero y clientela debido a las aglomeraciones
del paso del Biutz. De lunes a jueves, más de 7.000
porteadores obstruyen las calles que dan acceso
al puente fronterizo e impiden no sólo que
circulen vehículos sino también peatones,
llegando incluso a imposibilitar el acceso de
los empresarios a sus propias naves para abrir a
primera hora de la mañana.
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