Cerrar o aguantar. Ése es el dilema que se plantean los
empresarios del polígono de El Tarajal que, cada día, ven
cómo pierden dinero y clientela debido a las aglomeraciones
del paso del Biutz.
De lunes a jueves, más de 7.000 porteadores obstruyen las
calles que dan acceso al puente fronterizo e impiden no sólo
que circulen vehículos sino también peatones, llegando
incluso a imposibilitar el acceso de los empresarios a sus
propias naves para abrir a primera hora de la mañana.
Al menos una quincena de negocios, ubicados en la zona de La
Chimenea junto a la entrada de los porteadores marroquíes,
tienen el acceso completamente bloqueado por los paquetes
que estos llevan consigo.
Tan sólo una quincena de policías, once de los cuales
pertenecen a la UIP de la Policía Nacional, se ocupan de
mantener el orden en una zona en la que hombres y mujeres
pugnan por entrar los primeros en el corredor que les
llevará a Marruecos para así poder regresar cuanto antes por
la frontera y cargar nuevamente con mercancía.
Aunque la labor de coordinación que llevan a cabo los
agentes es muy importante para los comerciantes, estos
consideran que los efectivos son escasos “teniendo en cuenta
que son miles de porteadores y que, por mucho que les digan
que guarden una fila, ocupan todo el ancho de las calles del
polígono”, explican los afectados.
Hartos de esta situación, que no es nueva, los empresarios
tenían previsto cerrar hoy en señal de protesta por esta
situación tan perjudicial para sus negocios aunque,
finalmente, han optado por mantener una reunión para
elaborar un documento en el que se recojan todas sus
necesidades.
Los más de 200 propietarios de las naves del polígono de El
Tarajal solicitarán por escrito a la administración que tome
cartas en el asunto ante la imposibilidad de desarrollar su
actividad comercial. Quieren que tanto la Delegación del
Gobierno como el Ejecutivo local adopten medidas que les
permitan abrir sus negocios con normalidad y que garanticen
“que no haya competencia desleal”.
Los comerciantes dicen que no pueden seguir madrugando para
abrir sus naves y no poder atender a su clientela con
normalidad porque las entradas de sus negocios “están
totalmente colapsadas”. Y es que esta situación se repite
durante los días en que está abierto el puente y les causa
problemas hasta las dos de la tarde, tras el cierre del paso
y la retirada de los porteadores de las calles del polígono.
“No podemos seguir perdiendo dinero de esta manera, los
camiones no pueden entrar a surtirnos de mercancía desde
primeras horas de la mañana, nuestros clientes no pueden
entrar a las naves y la Policía no puede controlar el paso
de toda esta gente porque no dispone de agentes
suficientes”, dicen.
Según ha confirmado el portavoz de los empresarios, Mohamed
Ahmed,si las instituciones no toman medidas “no descartamos
cerrar nuestros negocios como protesta”.
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La competencia desleal de las ventas no realizadas en las
naves
Además de las aglomeraciones que
impiden el paso de clientes y suministradores, otro de los
grandes problemas para los empresarios de las naves del
polígono de El Tarajal es la “competencia desleal”.
Durante el fin de semana, “decenas de porteadores se agolpan
ya a las puertas del paso del Biutz con sus mercancías y
nosotros no vendemos ni por la noche ni durante los fines de
semana”, explican. Aseguran que muchos de los productos que
se ‘cuelan’ por este paso fronterizo proceden de
almacenistas ilegales que “guardan la mercancía en garajes
del Príncipe y no pagan impuestos ni nada así que, además de
impedirnos desarrollar nuestro trabajo nos están haciendo
una competencia absolutamente desleal y, por tanto, nos
están haciendo perder mucho dinero”, explica Mohamed Ahmed,
portavoz de los empresarios de las naves de El Tarajal.
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