La Cofradía solicita
atención y muestra su impotencia ante el
desinterés de los pescaderos. El Gobierno
autónomo se compromete a mediar entre las partes
en conflicto.
A eso de las siete de la mañana las cajas de jureles,
caballas, sardinitas... ya se encontraban distribuidas a lo
largo de la lonja de Ceuta y los marineros recogían los
últimos utensilios después de una larga noche de faena que
se extiende desde que cae el sol por la tarde hasta que
reaparece por la mañana. No son muy gratas las sensaciones
que existen, ni entre los patrones ni entre los marineros,
ya que en los últimos días cajas y cajas de pescado han ido
a parar al lugar del que salieron, el mar, pero casi seguro
de que terminarán en el estómago de una ‘pavana’. Y eso a
día de hoy no es muy rentable para la profesión. |