Juan Manuel Lara, responsable de la explotación avícola,
cuya labor ha quedado clausurada cautelarmente por orden de
la Ciudad Autónoma bajo el argumento de la falta de permisos
oportunos, ha afirmado que sus animales pasan regularmente
los estrictos controles sanitarios “laboratoriales”
realizados por los servicios veterinarios del área de
sanidad animal del Gobierno de Ceuta, por lo que Lara desea
“tranquilizar a sus clientes” dado que asegura “no existe
riesgo de ningún tipo porque mi explotación cumple con lo
especialmente estipulado por la UE para este tipo de
explotaciones”.
La zona donde se hallan las aves dispone de “jaulas
adecuadas, luces, respiración, comida, limpieza, material
ganadero... adaptados a las condiciones de la UE”.
En estos momentos la explotación de Juan Manuel Lara,
preparada para unas 1.600 aves está procediendo, según su
propietario a la “regularización ante la Ciudad Autónoma de
Ceuta”.
Con más de 40 años dedicados a la actividad, la familia
Lara, de cinco miembros se sustenta de la escasa economía
que le proporciona esta pequeña industria de gallinas
ponedoras. Una explotación que, incluso, ha venido
colaborando con la Consejería de Educación en el proyecto
‘Ceuta te enseña’ recibiendo a los estudiantes. “Hemos
abierto las puertas porque nos parece maravilloso que
nuestros jóvenes conozcan de primera mano este tipo de
producción”, explicaba orgulloso, a la vez que contrariado
por la medida tan “drástica adoptada por la propia Ciudad”.
“Es triste pensar a estas alturas en recogerlo todo e irse
de la ciudad. Somos cuatro generaciones de ceutíes y el
ayuntamiento de un pueblo de la provincia de Málaga nos ha
ofrecido terrenos y facilidades para instalar este tipo de
explotación en su jurisdicción. Sin embargo, quiero pensar
que en mi tierra siguen habiendo posibilidades para la
pequeña industria autóctona”.
Juan Manuel Lara que insistía en que ha acelerado los
trámites para regular su explotación, pedía a Vivas
“comprensión, fe y apoyo administrativo a la pequeña
industria ganadera de Ceuta” dado que en lo referente a la
producción de huevos frescos, “la ciudad puede mantener una
explotación de 120.000 gallinas ponedoras, lo que supondría
lograr sólo un cuarto de los huevos que la población ceutí
consume al año”. Faltan los terrenos “que sí podría
facilitar la Ciudad”, explicó a El Pueblo de Ceuta.
Producción ganadera
Por otro lado dijo no entender por qué “tantas trabas para
la producción de animales para el consumo humano (pollos,
gallinas, corderos...) en Ceuta cuando el que los quiere, no
encuentra ningún problema a la hora de adquirirlos en
Marruecos”.
Lara, en referencia a su actual situación administrativa,
reconoció que el Estado proporcionó los permisos oportunos
para su negocio de explotación avícola en 1992; “antes,
en1988 la licencia de apertura la obtuve para la venta de
piensos y todo tipos de animales”, aunque desde que en 1996
la Ceuta asumió las competencias en esta materia, necesita
regularizar su situación con el ente autonómico, “sin
embargo, mis animales han ido superando -volvió a indicar-
los numerosos controles sanitarios realizados por los
servicios veterinarios de la Ciudad Autónoma”.
“Sólo pido un poco de paciencia y requerir a mi clientela
para que no pierda la confianza en productos naturales y
autóctonos como los que trabajamos desde hace más de una
década en esta tierra nuestra”, concluyó.
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