El presidente y miembro fundador de la casa de estudios
CE-70, Pedro Gordillo, recogió anoche el galardón concedido
por la Ciudad Autónoma por la labor realizada en los últimos
36 años en favor de los jóvenes ceutíes.
Más de 500 alumnos han pasado por alguna de las cinco
viviendas que la CE-70 tiene en Málaga (2) y Granada (3)
para facilitar la incorporación a la vida universitaria a
aquellos jóvenes ceutíes cuyas familias no disponían de los
recursos económicos suficientes para costearles una carrera.
Gordillo hizo referencia en su intervención al arduo trabajo
desempeñado durante todos estos años “siempre en favor de
los jóvenes caballas, aunque también hemos ayudado a algunos
de fuera, sin distinción de raza e ideología” y relató a los
presentes cómo habían cambiado las cosas desde que iniciaran
su andadura a comienzos de los 70.
El presidente de la CE-70 contó cómo, en esos primeros años,
la casa creció al amparo de la doctrina católica hasta que
en 1977 pudo por fin ser inscrita como sociedad civil:
“creábamos valores como la amistad, la fraternidad, la
comunicación y la familiaridad”.
Su mayor orgullo, señaló, es “haber luchado en favor de los
trabajadores, ellos son nuestro patrimonio”, y es que en los
70 tan sólo el 4% de los estudiantes universitarios
procedían de familias de clase obrera.
Por este motivo, Pedro Gordillo declaró ayer que la casa de
estudios CE-70 “ha ayudado a poner en valor el trabajo junto
con el estudio”. En caso de que este centro se disolviera,
recordó, “sus posesiones irían a parar a la Ciudad Autónoma
y se destinarían a la concesión de becas y subvenciones de
ayuda al estudio”.
|