Llegaron, vieron y se marcharon. Todo ocurrió
rápido, pero al menos la Comisión Europea de
Seguridad, Libertad y Justicia ya cuenta con
argumentos sólidos para poner en marcha las
políticas de choque capaces de paliar la alteración
que vive el perímetro fronterizo tanto en su parte
española como en el denominado ‘otro lado’. Mientras
dirigentes políticos se turnan en visitas fugaces,
Marruecos despliega sus fuerzas de seguridad en los
alrededores de la Ciudad Autónoma. Las carreteras de
Castillejos y Tánger se dejan ver estos días
plagadas de militares y gendarmes con objeto de
reprimir, a priori, cualquier tentativa ilícita de
cruzar el vallado. ¿Tiene el país vecino así sus
deberes hechos en materia de inmigración?...
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