Autoridades locales se dieron cita ayer al mediodía en la
Plaza de la Constitución para la lectura de un manifiesto.
Previamente tuvo lugar un pleno en el que los integrantes de
la Asamblea acordaron mostrar su apoyo al manifiesto que
sería leído a partir de las 12.
La directora del Centro Asesor de la Mujer presentó a
Rachida Mohamed, víctima de violencia de género, que minutos
antes recibió un reconocimiento en un acto organizado
conjuntamente por la Ciudad Autónoma y la Delegación del
Gobierno.
Mohamed empezó su intervención diciendo que “hoy 25 de
noviembre fue la fecha elegida por la Asamblea General de
Naciones Unidas en 1999, para conmemorar el Día
Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la
Mujer, invitando a los gobiernos, organizaciones
internacionales, no gubernamentales, y ciudadanía en
general, a condenar enérgicamente la violencia contra la
mujer, así como a visibilizar y sensibilizar a la opinión
pública”.
Por ello, el 25 de noviembre, “toda la ciudadanía, partidos
políticos e instituciones de Ceuta nos unimos para una vez
más manifestar nuestro más profundo rechazo y repulsa contra
la violencia hacia las mujeres por tratarse de un atentado
contra los derechos fundamentales de muchas mujeres en el
mundo”.
Remover conciencias
Este tipo de días “deben servir para remover conciencias y
preguntarnos por qué a pesar de todo el camino avanzado,
esta lacra parece no cesar, y es que la violencia de género
tiene profundas raíces siendo la manifestación más extrema
de la desigualdad entre hombres y mujeres, por lo que no
desaparecerá mientras no se consiga la igualdad real y
efectiva entre ambos sexos”.
En primer lugar expresó “nuestro recuerdo emocionado a las
48 mujeres asesinadas a lo largo de este año a manos de sus
parejas o ex parejas en España. Tampoco podemos olvidar a
las otras víctimas de esta violencia que a las que hay que
proteger y asistir: los hijos e hijas de las mujeres
víctimas de violencia de género”.
Este año son ya 3 menores asesinados, 42 huérfanos, y otros
muchos son testigos de las agresiones y ataques a sus
madres. “No podemos volver la espalda a las graves
consecuencias que pueden tener en los niños, las niñas y
adolescentes, el estar expuestos a la conducta violenta de
un agresor en su propio hogar. Ante esta cruel realidad,
queremos avivar la conciencia de cuantas personas son
testigos o conocen situaciones de violencia de víctimas
cercanas (familiares, amistades, vecinas y vecinos) para que
compartan la responsabilidad de la denuncia. No podemos
dejar a las mujeres solas y no podemos ser cómplices con
nuestro silencio o nuestra indiferencia”.
Por ello, expresó Mohamed, “resulta imprescindible aunar
todos los esfuerzos para hacer frente a este problema
social, desde la unidad de todas las fuerzas políticas y el
trabajo conjunto y coordinado de todas las Administraciones
Públicas, fuerzas y cuerpos de seguridad y las asociaciones
civiles, para proporcionar una verdadera oportunidad a todas
las mujeres que sufren violencia, acompañándolas en el
camino de salida de la violencia de género”.
También “queremos manifestar nuestro apoyo y reconocimiento
para todas aquellas mujeres que deciden poner freno a la
situación de violencia que padecen pese a los múltiples
obstáculos que se encuentran. Durante muchos años la
violencia contra la mujer ha sido minimizada e incluso
asumida por la sociedad, permaneciendo ocultas sus graves
consecuencias. Su reconocimiento como un atentado contra los
derechos de la persona y como un problema social ha sido
fundamental. Pero todavía debemos combatirla todos y cada
uno de nosotros con una actitud de tolerancia cero ante
cualquier comportamiento violento del que seamos testigos”.
Largo camino
Rachida Mohamed aseguró que “nos queda un largo camino por
recorrer. Nos encontramos en un tiempo complejo, difícil y
de enorme inquietud ante el futuro, en el que se están
poniendo a prueba valores y compromisos. Las violaciones a
los derechos, a la libertad y a la igualdad de las mujeres y
niñas deben llegar a su fin”.
Tenemos por lo tanto “una gran tarea con la que seguir
adelante, la transformación social en todas y cada una de
las esferas de la sociedad”.
Uno de los mensajes que trasladó fue que “unidos, mujeres y
hombres, debemos seguir avanzando en una educación en
valores, tolerancia y respeto mutuo, avanzar en una sociedad
donde hombres y mujeres compartan los mismos derechos y
obligaciones tanto en el hogar como fuera de él, avanzar en
una sociedad más sensible y concienciada ante los abusos e
injusticias”.
Rachida Mohamed también afirmó que “porque eliminar la
violencia contra la mujer sigue siendo una cuestión de
justicia social, en la que no podemos decaer ni tan siquiera
titubear, porque más allá de la diversidad, debemos
persistir, trabajando de forma conjunta para avanzar, sin
regresiones, hacia la igualdad real y efectiva de mujeres y
hombres”.
Al término de la lectura del manifiesto se nombraron a las
mujeres fallecidas este año por violencia machista,
indicando el número de huérfanos.
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El delito de trata de personas atenta a la dignidad y la
igualdad
“En un día tan señalado como el de
hoy, también queremos mencionar una forma de esclavitud y
violencia que afecta principalmente a mujeres y niñas como
es el fenómeno de la trata de seres humanos, ya que
constituye una gravísima violación de los derechos
fundamentales de las personas, convirtiéndose en uno de los
tres negocios fraudulentos y más lucrativos junto al tráfico
de drogas y el de armas. El delito de trata se persigue
porque atenta a la dignidad, libertad e igualdad, ya que las
víctimas de trata son habitualmente objeto de doble
discriminación, por un lado, la desigual distribución de la
riqueza y por otro, la desigualdad de género”.
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