El incendio del Monte de la
Tortuga puso de manifiesto las carencias con las que
actualmente cuenta el Parque de Bomberos de Ceuta. Así lo
reconocían los propios funcionarios, que afirmaban que
“tenemos muchas carencias. Contamos con un parque de
vehículos con una antigüedad de cerca de los 20 años,
vehículos que deberían estar retirados por completo del
servicio y que nos extraña muchísimo incluso que puedan
pasar la ITV. Además de vehículos que se nos averían
constantemente”.
Sin ir más lejos “el otro día en
el monte nos vimos con serios apuros porque muchas de las
bombas que estaban disponibles se nos estropearon, lo que
provoca no solamente que no podamos actuar, sino que se nos
ponga en peligro como funcionarios, ya que el camión es como
nuestro salvavidas ante el fuego. Si en pleno incendio nos
quedamos sin agua, te arriesgas a vivir una situación
tremendamente comprometida”, aseguran Sanz y Segura.
Además de las averías de las
bombas, “tenemos muchas carencias en materiales básicos como
mangajes o las jardineras que nos sirven para apagar
pequeños conatos. En definitiva, hay muchísimos materiales
con los que no contamos, y algunos con los que contamos se
encuentran en muy mal estado”.
Para los funcionarios no tiene
coherencia que “se cuente con un PEGASO de más de 25 años.
Son vehículos muy viejos y no se puede trabajar bien con
ellos, ya que nos dejan tirado constantemente. No solamente
la bomba que suministra el agua, sino el propio vehículo que
muchas veces no responde”.
Sobre el por qué ocurre esto,
señalaban que “no tenemos un compromiso político para que
existan unos medios acordes a las necesidades de una ciudad
como Ceuta, donde los bomberos deberían tener muy buenos
medios”, lamentando que ”éste tipo de situaciones nos sirve
para denunciar estas carencias y solicitar las necesidades
al Gobierno, para que se dote de materiales el Parque de
Bomberos”.
Falta de personal
En cuanto al personal, “también
contamos con un déficit importante. Los sindicatos lo cifran
en diecinueve plazas, que son todas las vacantes que se han
ido quedando a lo largo de estos años, mientras que jefatura
lo cifra en doce efectivos”.
La plantilla está muy mermada,
porque “se han ido jubilando compañeros y no se han ido
reponiendo esas plazas. Lógicamente, cuando ocurren estos
incendios importantes, es cuando se nota que la plantilla
está mermada de efectivos. A parte de lo material,
necesitamos más recursos humanos”.
Dispositivo de trabajo
Sobre cómo se organiza un
dispositivo de trabajo en estas circunstancias, Sanz y
Segura explican que “tenemos un procedimiento de salida,
pero cuando se trata de un incendio de magnitud, el
procedimiento se diluye y simplemente acude todo el mundo
para la intervención”.
El procedimiento siempre es que
“el 112 nos deriva la llamada y montamos el operativo con
una bomba, un conductor, un mando y cuatro bomberos, que son
los que se lanzan al lugar de los hechos. Una vez que se
personan allí, si comprueban que el incendio es de una
magnitud grande, piden refuerzos”.
En este caso, “se unen los que
quedan en el parque y desde el mismo parque se hace un
llamamiento general por teléfono para que acudan también los
compañeros que están libres de servicio”.
En este sentido afirman que “hay
que recordar que una guardia está formada por un sargento,
dos cabos, ocho bomberos y dos conductores”, sin embargo,
“en Ceuta nunca se cumple eso, porque no tenemos los
suficientes efectivos. La Ciudad nos está obligando a
trabajar con un personal mínimo, lo cual es malo para el
ciudadano y para nosotros, porque nos pone en peligro. Rara
es la vez que podemos tener todos los efectivos, ya que no
contamos con suficiente personal”, lamentan.
En el caso del incendio del
monte de la Tortuga, “el primer servicio, que estaba
compuesto por un cabo, el sargento, el conductor y los
cuatro bomberos, cuando llegaron a la zona afectaba vieron
que el fuego estaba bastante extendido. Llamaron rápidamente
al parque para que se llamase a todos los compañeros porque
se iba el fuego”, nos relataban Gonzalo Sanz y José Ignacio
Segura en la entrevista concedida a “El Pueblo de Ceuta”.
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