El Auditorio del Revellín se vistió ayer de gala para el
acto institucional previsto por el Día de Ceuta, el único
que ayer hacía de esta jornada un día especial ya que desde
hace años no está marcado en el calendario como festivo. A
partir de las 20.00 horas comenzaron a llegar hasta el
teatro representantes de todos los estratos sociales de la
ciudad, entre los que destacaban los miembros del Ejecutivo
local; el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull;
el comandante general, Francisco Javier Sancho Sifre; los
parlamentarios ceutíes o parte de los grupos de la
oposición, que no todos. Estuvieron quienes quisieron estar,
ya que este año volvieron a brillar por su ausencia los
miembros de Caballas y tampoco estuvieron los representantes
de MDyC.
La Coral de Ceuta fue la encargada de abrir el acto con la
versión castellana de ‘Over the rainbow’, la banda sonora
del Mago de Oz. Una canción que hacía presagiar la emoción
que después se vivió en el patio de butacas al escuchar los
discursos de los hermanos Olivencia. Primero fue Manuel, el
mayor, quien hizo un repaso por sus recuerdos de la ciudad
donde pasó su niñez y su primera juventud, la ciudad de la
que se declaró enamorado y a cuyos ciudadanos puso en pie en
una gran ovación que cerró su discurso. A continuación fue
Francisco quien tomó la palabra para agradecer este
reconocimiento y alabar las bondades de la ciudad.
Broche de oro
Antes, había sido Mercedes Medina, vicepresidenta de CERMI,
quien se dirigió al auditorio en un discurso reivindicativo
en el que confió que el Gobierno siga avanzando para hacer
de Ceuta una ciudad adaptada. Mientras, le tocó cerrar el
acto al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, antes de que la
Coral de Ceuta pusiera el broche de oro con el himno de la
ciudad a un acto que nuevamente se celebró en el Auditorio
del Revellín, donde se llenó el patio de butacas.
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