Este verano ha sido el segundo que la Ciudad Autónoma ha
mantenido abiertos los comedores escolares para ayudar a las
familias con mayores dificultades económicas y que los
menores no dejen de tener, al menos, dos comidas al día ya
que facilitan la comida y la merienda. Para ello se han
mantenido abiertos siete centros en los que, además de la
comida, también se han ofrecido actividades lúdicas y
deportivas.
La previsión, según confirma la consejera de Asuntos
Sociales, que ha coordinado estos comedores, era atender en
torno a 800 alumnos. Sin embargo, Rabea Mohamed traslada que
en lo que va de verano no han acudido a los centros más de
quinientos menores en un mismo día y el número ha sido
variable influenciado por las vacaciones o el mes de
Ramadán. No obstante, todavía no se puede hacer un balance
definitivo ya que la Ciudad seguirá haciéndose cargo de
estos comedores hasta el mes de octubre.
Será entonces cuando el Ministerio de Educación comience a
ofrecer el servicio sufragado por el Estado a unos
setecientos alumnos, aunque este pasado curso la cifra de
estudiantes en los comedores ha sido cercana a los mil
debido a que la Ciudad Autónoma ha sustentado unas 300 becas
para niños que se encontraban en una situación de riesgo de
exclusión. Situación que Mohamed no descarta que se vuelva a
repetir este próximo curso aunque todo está pendiente de una
reunión con el nuevo director provincial de Educación con
quien ella y la consejera de Educación, Mabel Deu, tienen
una reunión pendiente en los próximos días.
En cuanto al número de comidas que se han servido, en junio
alcanzaron las 1.874, mientras que en julio llegaron a las
9.051 y a 19 de agosto la cifra está en 4.642. Durante el
mes de Ramadán, recuerda Mohamed, el número de niños fue
menor y ha ido creciendo desde entonces. Este año, a
diferencia del anterior, explica la consejera que “con el
compromiso y el apoyo fundamental de los centros escolares y
de sus equipos directivos” han sido los propios centros los
que han asumido el pago a proveedores en lugar de la Ciudad
Autónoma. De esta manera, el Gobierno ha ofrecido una beca
de 4,65 euros diarios a los menores que se han ingresado
directamente en la cuenta de los colegios.
En relación al personal, la Consejería de Educación ha
contratado a personal del convenio con el Ministerio de
Educación de diferentes categorías y así lo señala Mohamed.
Todo el personal de este convenio (82 personas) ha estado
trabajando en dos turnos para que los centros no estuvieran
desatendidos. Mientras, por parte de la Ciudad se contrató
al personal del ministerio que atendía las cocinas de los
centros (13 trabajadores entre cocineros y ayudantes) y se
ha contado, por parte de la consejería de Empleo, con 37
trabajadores de colaboración social que han realizado tareas
de animadores, pinches o conserjes entre otros.
“El esfuerzo que ha habido y el gasto para poder atender a
los comedores con recursos humanos ha sido bastante
importante”, reconoce la consejera de Asuntos Sociales,
satisfecha con el hecho de que este año, la experiencia del
anterior, ha servido para mejorar la atención en los
centros. “Este año lo hemos mejorado porque antes de
finalizar el curso, ya en los centros se estaban haciendo
los compromisos y autorizaciones por parte de los padres
para que los menores acudieran a los comedores. Aunque la
respuesta en cuanto al número de niños beneficiarios no ha
sido la que esperábamos, porque no se ha cumplido el
objetivo marcado”, explica Mohamed.
No obstante, aún es demasiado pronto para evaluar si la
iniciativa tendrá continuidad y así lo señala la consejera,
que se muestra cauta con los datos. Eso sí, apunta que el
próximo año sí se debe mejorar y adelantar el trabajo
llevado a cabo por las consejerías de Educación y Asuntos
Sociales para seleccionar a los menores que acudan al
comedor escolar en verano y asegurar que la cifra será
estable.
|