Los atascos en la frontera, que se
intensifican en la época estival, están causando pérdidas
“importantes” al sector del autobús y así lo traslada el
gerente de la empresa Hadú-Almadraba, José María Cuéllar que
incluso cifra estas pérdidas en torno a los 1.000 euros
diarios. Y es que, la dificultad para llegar hasta la
frontera del Tarajal hace que los vehículos tengan que
esperar colas interminables para alcanzar la parada que se
encuentra en el mismo paso fronterizo. Los usuarios, con
prisa, deciden en muchas ocasiones bajarse antes del último
tramo de la carretera de la frontera porque llegan antes a
pie que en el autobús.
Los retrasos en esta línea que va
a la frontera, la siete, según explica Cuéllar, generan
mucha tensión entre los viajeros que, incluso, se han
llegado a enfrentar con los conductores. Una situación ante
la que, el gerente de Hadú-Almadraba recuerda que los
conductores no pueden hacer nada. “Los atascos son una cosa
ajena a nosotros”, reitera para recordar que el problema es
que existe un carril bus que nadie respeta.
Carril bus
“El carril para autobuses y taxis
no sirve para nada”, lamenta Cuéllar para criticar que
cuando se puso en marcha “se publicitó mucho pero no ha sido
de utilidad”. Mientras, los atascos siguen perjudicando a la
línea de autobús y ya van dos años en la misma situación,
apunta el gerente de la empresa que se encarga de este
servicio público.
El problema, traslada
Cuéllar, se agrava durante la Operación Paso del Estrecho
(OPE) cuando más coches llegan a la ciudad para pasar la
frontera hacia Marruecos. “Durante los días fuertes el caos
es tremendo”, señala para advertir de que es “imposible”
cumplir con los horarios establecidos. Por ello, esperan que
se controle más el tráfico en la zona y se haga respetar el
carril bus para facilitar el paso de los autobuses.
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