Los taxis ilegales, al margen de
no contar con ningún tipo de licencia, acumulan varias
ilegalidades entre las que destaca el número de pasajeros
que llegan a acumular en un sólo viaje. Y es que, a pesar de
que los coches tienen una capacidad máxima de cuatro
personas, en estos vehículos llegan a subir hasta cuatro,
cinco y seis pasajeros más el conductor. Una cifra de
pasajeros que supera con creces lo establecido por
seguridad.
Además, en caso de
accidente, estos vehículos no cuentan con el respaldo de
ningún seguro, como si ocurre con los taxis de la ciudad y
los autobuses. Por ello, los representantes de ambos
sectores recomiendan a los usuarios no arriesgar su
seguridad por intentar ahorrar unos céntimos. Y es que,
incluso cuenta Reyes que a veces el precio no es menor
porque si cobran un euro por pasajero y cogen a cinco el
coste es mayor que si cuatro personas, el máximo permitido,
coge un taxi y paga la tarifa mínima que cubre casi todas
las carreras.
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